Desnud Arte: Alicia Framis

Alicia Framis (Mataró, Barcelona, España, 1967) es una artista hispano-holandesa que vive y trabaja en Ámsterdam y está considerada como una de las artistas más importantes de Europa por su implicación social en la problemática de las mujeres y las minorías en la sociedad actual. Como artista, realiza intervenciones a gran escala para sacudir sistemas y convenciones. Sus intervenciones, que a menudo se realizan en colaboración con los ciudadanos, pueden verse como esculturas sociales, que combinan arte, arquitectura, diseño, vestimenta y performance. La participación pública es un componente clave en la práctica artística de Framis. Su trabajo crea nuevas posibilidades para la convivencia. Discípula del artista minimalista francés Daniel Buren y del conceptualista americano Dan Graham, su obra suele centrarse en el videoarte y la performance.

Los temas feministas protagonizan muchas de las creaciones, pero no suele utilizar el desnudo como uno de sus recursos expresivos. Una notable excepción: 8 de junio, «libran las modelos».

Esta acción pensada para la celebración del aniversario de una conocida firma española de marroquinería consistió en el desfile de diecisiete modelos masculinos desnudos que llevaban, cada uno, un bolso de la marca sobre una aséptica pasarela que remitía al tan citado cubo blanco de la sala de exposiciones, el lugar privilegiado para mostrar arte contemporáneo, acentuando aún más lo que este comportamiento tenía de subversivo y obligando al público a concentrar su mirada en los cuerpos de los chicos.

Framis es una artista multidisciplinar que comenta, en su práctica, las estructuras de poder y los recelos sociales obsoletos o desiguales, formulando en sus proyectos que van desde el arte escénico, el diseño, la arquitectura y la indumentaria, nuevas formas de reclamar espacios sociales para los más desfavorecidos. , supervisado, infravalorado, en las culturas contemporáneas. Como artista, se ocupa directamente de su papel como parte de la sociedad, escenificando intervenciones a gran escala para sacudir los sistemas económicos y las estructuras sociales. Sus intervenciones son a menudo vistas como esculturas sociales, combinando la estética diseñada y la convicción idealista, como una obra de arte con un papel activo para el espectador. Sus proyectos fueron presentados en muchos de los museos y bienales más renombrados del mundo y forman parte de destacadas colecciones públicas y privadas internacionales.

El trabajo de Framis se ha presentado ampliamente en museos, galerías y espacios públicos de todo el mundo. Sus obras están incluidas en numerosas colecciones permanentes, incluyendo las del Museo Hirshhorn en Washington DC en Estados Unidos, Ullens Center for Contemporary Art Beijing (China), El Museo del Barrio New York (US), Philadelphia Museum (US), Migros Museum für Gegenwartskunst (Suiza), Museum Boijmans van Beuningen (Países Bajos), The National Museum of Modern Art Kyoto (Japón) y Rabo Art Collection (Países Bajos), entre otros. Framis representó a los Países Bajos para el Pabellón holandés en la 50ª Bienal de Venecia (2003).

Más información, exposiciones, porfolios, libros, biografía, etc. en su website: Alicia Framis.

Nota: Haciendo clic sobre cualquiera de las imágenes puedes visualizarlas en sus tamaños originales, en modo “pase de diapositivas”.

Desnudo y sexo explícito en el teatro

Si quisiéramos hacer rigurosa historia de parecido asunto, pudieran rellenarse páginas y páginas a granel.

Manuscrito encontrado en Zaragoza

La exhibición física, sin tapujos del cuerpo humano formó parte de muchos espectáculos primitivos -o primitivistas- pues la moral pagana, hasta la extrema decadencia del imperio romano, la aceptó con naturalidad. En la Roma más decadente, a finales de la Edad Antigua, la exhibición corporal en la llamada “comedia atelana” fue “tan espectáculo”, como las escenas de intriga o de reflexión. Sin embargo ningún actor se desnudó, bajándose del coturno en el teatro trágico, el teatro serio y ceremonial. Los grandes escultores como Fidias determinaron que los dioses vivieran desnudos su eternidad y los frisos partenoèos eran en verdad, teatro y marco de su espectáculo. El desnudo en la vida diaria era bien común, aunque siempre fuera un signo de respeto y de autoridad vestirse y recatarse.

Saltando por encima de la Edad Media y de la Edad Moderna, metidos ya en el tercer milenio, la exhibición del propio cuerpo, lo es “a voluntad”, en todo el mundo occidental, según lo marquen nuestros gustos. Antes de 1967 ó 68, no era “teatral” y “de buen gusto” que un actor o actriz actuasen desnudos, hasta que unos estudiantes americanos, de la Universidad de Yale, dieron el “trompetazo” más radical de la escena moderna con la revista “Hair”, venciendo su puritanismo ambiente y desvelando su cuerpo con delectación exhibicionista de juventud. Creaban el teatro de lo que pudiéramos llamar interinamente la Edad Posmoderna. Posteriormente, desde el espectáculo ¡Oh Calcuta! de Kenett Tynan -durísimo crítico de teatro inglés- en el teatro occidental no se ha cesado de exhibir cuerpos desnudos en acciones teatrales, de mayor o menor entidad significativa. “Lo pide el guión”, comenzó a decirse en los primeros tiempos de “destape” en la España de la transición.

Yo había comenzado a escribir en ese tono, con escenas de desnudos, porque adoraba las farsas de Aristófanes y me divertía infinito el teatro libertino francés, manifestado casi a lo largo del siglo XVIII. No vivía entonces en España y me codeaba con intelectuales y gentes muy “progres”, como lo fue Roland Barthes, investigadores y sociólogos del teatro. La exhibición integral del cuerpo humano en la escena, lo mismo trágica que cómica, se debía sin duda a la decritianización de la moral, a la “secularización” de todo, el acto libre de pensar y expresarse en la Europa libre. Y la primera comedia que estrené en 1975 mostraba ya íntegramente un cuerpo femenino.

Estamos hablando de un teatro que es literatura o poesía dramática en su integridad, que puede usar del desnudo con fines no centrados en la pura sexualidad, sino como apoyatura al meollo del tema o de la anécdota. Tomarlo sólo como pretexto revela “vaciedad” revisteril y no conserva valor dramático alguno. Sexo desnudo y bien explícito lo encuentra el pornógrafo en cualquier capital, en los espectáculos “duros” de cabaret. De poco valdrá incluir desnudos en un espectáculo dramático, porque siempre ganará la partida una buena comedia, por tapada y engolillada que esté.

Cierto que en épocas o ante individuos más reprimidos, un desnudo en teatro tiene otro valor, valor sin duda alguna entre excitante y escandalizante -excitante en seco, como “voyeur” y desligado del interés dramático- valor afrodisíaco. En la actualidad, frecuentar una playa nudista es estabilizador a la baja de esa fijación pornográfica y se asume el propio desnudo hedonísticamente, como una muestra de supremo confort, para dejarse acariciar por la brisa, el agua y el sol. Así que las escenas en teatro “subidas de tono” entran dentro de la convención del teatro, como puede entrar un viejo escotillón.

Al teatro, uno va a divertirse y no a pasarlo mal. El desnudo humano, lo mismo masculino que femenino, añaden sueño y realidad, lo mismo que hay escenas de reflexión, de desafío o aventuras. En Manuscrito encontrado en Zaragoza me sumo a la ingente cantidad de autores y directores que emplean el desnudo con una intención estilística y no poca sofisticación, puramente teatrales. Un polvo de oro, diría yo, pues me inspirado en pinturas de Delacroix y en Gustave Moreau. Por mi educación clasicista, el desnudo en el teatro me parece tan natural como en los mejores cuadros que admiro, en Ribera, en Velazquez o Caravaggio…

En Manuscrito encontrado en Zaragoza he considerado necesidad dramática de plena calidad mostrar el culo de Juan Ribó y los dulces pechos de manzana de mis jóvenes actrices y bailarinas. Hecha con toda la malicia del autor -a la vez director- para que se escuchen sus diálogos y sus insinuaciones “de algo” que va mucho más allá de cuanto se ve materialmente en escena. El teatro es el arte de ilusionar y el desnudo humano forma también parte de esa ilusión, como pudieran formar parte Dios o los dioses.

Fuente: El Cultural (Suplemento de cultura de El Mundo) 24-30 de Julio de 2002. Autor: Francisco Nieva.

Creación femenina y desnudo

Extraordinario el trabajo de investigación y recopilación que Miguel A. Ramírez realiza desde hace años sobre artistas (pintores, escultores, fotógrafos, etc.) cuyas obras están relacionadas con el «Desnudo en el arte» y «El cuerpo desnudo en la fotografía», volcando en su blog toda esa información que lo convierten en el mayor, y diría que único, sitio de consulta en la red sobre estos temas y artistas.

Por si fuese poco, Miguel ha publicado, también a través de su blog y en formato pdf cinco libros/cuadernillos: «Visiones sobre el desnudo masculino en el arte contemporáneo» y éstos cuatro que nos ocupan: «Creación femenina y desnudo I. Hacia el siglo XX», «Creación femenina y desnudo II. De 1901 a 1950» y «Creación femenina y desnudo III. Los años 50 y 60» y «Creación femenina y desnudo IV. Nuevas generaciones» motivo de la publicación de este post, y que Miguel presenta en su blog de esta forma:

Quiero dedicar una pequeña serie de recopilatorios al papel de la mujer en la Historia del Arte. No como sujeto pasivo, modelo y musa inspiradora de artistas masculinos, sino como creadora y directora activa, con capacidad de influir de un modo directo en la sociedad. Una sociedad estructurada desde un modelo heteropatriarcal que tradicionalmente solo ha puesto en valor –entre otras muchísimas cosas– la mirada masculina.

Dividida según las fechas de nacimiento de las artistas, publico en formato de libro la integridad de los artículos del blog relacionados con este tema, que he ido presentando hasta el día 15 del presente mes de abril. El primero de los tres libros está dedicado a aquellas creadoras que nacieron antes del siglo XX, el segundo a las nacidas entre 1901 y 1950, y el tercero a aquellas nacidas con posterioridad a 1950.

Pueden descargar este primer libro haciendo click sobre este enlace.

Continúo con la prometida serie de recopilatorios del blog dedicados a la mujeres artistas nacidas en la primera mitad del siglo XX y cuya influencia fue enorme en el pasado siglo. Algunas de ellas continúan trabajando en la actualidad. En este conjunto cabe destacar la influencia del movimiento feminista que se pone de manifiesto de muy diversas maneras y que se integran en la conocida como postmodernidad.

La descarga de este segundo libro se puede realizar a través de este enlace.

Con esta tercera entrega de la serie “Creación femenina y desnudo” pretendía haber concluido mi exposición sobre el papel creador de la mujer tal y como se refleja en mi blog “migueldesnudo.com”. Sin embargo, he comprobado que el número de artistas citadas era superior a lo que había pensado. Por ello me he centrado sólo en aquellas mujeres nacidas en las décadas de los años 50 y 60. Creo que se constata una gran diversidad formal y temática en sus obras y un incremento del uso de la técnica fotográfica.

La descarga de este tercer libro se puede realizar a través de este enlace.

Con este cuadernillo finalizo con la exposición de las obras artísticas de creación femenina que he presentado en el blog “migueldesnudo.com” hasta el pasado día 15. Por motivos técnicos no se incluyen aquellas artistas de las que desconozco la fecha de nacimiento y, posiblemente, habrá también alguna omisión por error.

No hay conclusión. No puede haberla. Los estilos son variadísimos y la temática, pese a tratarse del desnudo, es tan amplia como la trayectoria vital y la ideología de las mujeres que protagonizan dicha creación.

Sólo hay algo incuestionable: La mujer ha ido adquiriendo, cada vez más, un papel relevante en el mundo del arte, y hoy no podemos comprender el mismo sin sus aportaciones.

Espero que estas notas sirvan para que a alguien – más competente que yo – le ayuden a reescribir una Historia del Arte Contemporáneo en la que el tratamiento de los artistas sea igualitario. No con una igualdad numérica, sino basada en las contribuciones reales con independencia del género. Apunto otro tema que me parece de máximo interés y es menos ambicioso: Un trabajo sobre la influencia del feminismo en el Arte Contemporáneo.

Nuevamente, pueden descargar este pdf en este enlace.

Fuente: migueldesnudo.