Almería año 1978: Inaugurado el primer camping nudista español

Bajo el auspicio de la Asociación Naturista de Andalucía (ANA), entidad legalizada hace más de cinco meses y miembro de la recién nacida Federación Española de Naturismo (FEN), afiliada y reconocida por la Federación Naturista Internacional (FNI), el pasado día 1 de septiembre 1978 ha sido inaugurado en la provincia de Almería el primer camping naturista que se abre en la Península desde el final de nuestra guerra civil.

«Al parecer, en España existe todavía un concepto equivocado de lo que es el naturismo, confundiéndolo pura y simplemente con la práctica del nudismo», dice el presidente de la ANA, Branco Bruckner (D.E.P.), un ingeniero agrónomo yugoslavo nacionalizado español hace años y funcionario del Ministerio de Agricultura. «Aquí, debido principalmente al ostracismo y la mala propaganda realizada durante los últimos cuarenta años, no son pocos los que piensan que el naturismo es algo inmoral, cosa que no puede estar más lejos de la realidad. Los naturistas son gente mucho más moral e íntegra que la mayoría de los bañistas de nuestras playas. Lo único que nosotros pretendemos es vivir en armonía con la naturaleza, haciendo, por supuesto, vida familiar, pero sin molestar ni ser molestados. La inmoralidad, pues, no hay que venir a buscarla a nuestros campos y playas, sino a las de Benidorm o Torremolinos».

Armonía y naturaleza

Según la definición adoptada en 1974 durante el congreso mundial de naturistas celebrado en la ciudad francesa de Arde, el naturismo es «una forma de vivir en armonía con la naturaleza, caracterizada por la práctica de la desnudez en común, con la finalidad de favorecer el respeto a uno mismo, a los demás y al medio ambiente». Se trata de un movimiento naturalista y ecologista que defiende, por un lado, la acomodación e integración del hombre con el medio ambiente natural, y por otro, la conservación de dicho medio ambiente, luchando contra los atentados que se cometen en todos los sentidos en detrimento del mismo. El naturismo se declara, asimismo, como movimiento internacional, antropológico, humanista, social, apolítico, deportivo y, sobre todo, familiar, ya que son las familias -frecuentemente varias generaciones juntas- las que constituyen su base. Por último, los defensores y practicantes del naturismo lo definen también como movimiento liberador, pues intenta «superar los ancestrales tabúes del cuerpo humano, desvelándolo tal como lo hizo la naturaleza». Como consecuencia de todo esto, el espíritu de franqueza, amistad y alegría, se patentiza y destaca por encima de todo en los centros naturistas, cosa que cualquiera puede ya comprobar, efectivamente, en el recién abierto camping almeriense, a pesar de los pocos días que como tal lleva funcionando.


División de opiniones en el pueblo

Situado a unos once kilómetros de la localidad de Mojácar, en el noreste de la provincia de Almería, el camping Las Palmeras tiene su entrada por la carretera de Vera a Garrucha, justo unos tres kilómetros antes de llegar a las playas de este modesto pueblo portuario. Cuenta con emplazamiento para cuatrocientas tiendas unos treinta apartamentos familiares, piscina, supermercado y bar-restaurante, todo ello en medio de una enorme arboleda de eucaliptus y palmeras. La posesión del carné de ANA, la FEN o la FNI es, preceptiva para poder acampar y los precios que rigen en Las Palmeras (ochenta pesetas por persona y día) pueden considerarse totalmente normales e incluso por debajo de los habituales en campings españoles de similar categoría. La dirección del mismo corre a cargo de sus actuales propietarios, un matrimonio alemán que lleva un año afincado en España y que acaban de hacerse naturistas a raíz de la legalización de ANA el pasado 23 de marzo. Lógicamente, la transformación del camping en zona privada para uso exclusivo de los practicantes del naturismo ha sido acogida en Garrucha con manifiesta disparidad de opiniones. Desde la abierta simpatía que hacia el naturismo muestran ya, en general, los jóvenes habitantes y residentes de la zona, hasta los naturales recelos y movimientos de oposición observados entre los círculos más tradicionalistas y conservadores del pueblo. Para el maestro albañil que actualmente trabaja en la construcción de una nueva serie de apartamentos en el camping el tema no merece, sin embargo, mayor atención por parte de sus paisanos. «A mí no me parecen bien ni mal», dice. Y añade: «Por mí, que cada cual haga lo que mejor le parezca, para eso hemos pedido la libertad. Yo, desde luego, no traería aquí a mi familia, pero reconozco que esta gente no se mete con nadie y son tan normales cómo usted y como yo. Además, que a nadie le disgusta ver mozas en cueros vivos, ¿verdad?».

El encargado del supermercado, por su parte, sí ha detectado algún sentimiento de oposición entre la gente del pueblo, sobre todo entre las personas mayores y chapadas a la antigua, que nunca están conformes con estas ideas que llegan de por ahí. La opinión generalizada que hemos podido recoger entre los españoles que trabajan en el camping o que tienen algún tipo de relación con el mismo (los repartidores de bebidas, el panadero, etc.) es la de que «prácticamente no existe ninguna diferencia entre ir desnudos o bañarse con un tanga de esos que no tapan ni los pelos, y que tanto abundan en la misma playa de Garrucha».

«Para mí que esto es más sano», dice finalmente el tendero. «A los tres días de ver a todo el mundo en pelotas, te acostumbras y deja de llamarte la atención. Yo veo ya los cuerpos desnudos como la cosa más natural del mundo».

Veinte millones de turistas en potencia

Aunque ya antes de la segunda guerra mundial existían movimientos naturistas minoritarios en varios países europeos, el naturismo como movimiento masivo tiene una antigüedad de unos veinte años. Aparte de los países nórdicos, tan imbuidos del espíritu naturista que ni siquiera necesitan formalizar asociaciones para su práctica, los que cuentan con mayor número de miembros federados son Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos, Bélgica, Francia, Suiza, Austria y Canadá. Nada menos que un total superior a los veinte millones de personas de todo el mundo son miembros de la FNI -casi ocho millones y medio tan sólo en Alemania- y suponen en la actualidad un potencial mercado turístico de grandes posibilidades para nuestro país. La importancia de contar con campos y playas para la práctica ordenada y controlada del naturismo puede, efectivamente, explicarse con la simple referencia de los casos de otros lugares del área mediterránea, como la isla de Córcega o Yugoslavia, donde sólo en lo que va de año el 75% y el 25%, respectivamente, de los turistas que allí han entrado pertenecían a la FNI.

De ahí, precisamente, el interés con que la iniciativa de la ANA -entre cuyos fines no aparece por ningún sitio el lucrativo- ha sido acogida por parte de la Mancomunidad Turística de la Costa de Almería (Almantur) y el apoyo qu esta entidad presta a la asociación que preside el ingeniero Bruckner. No en balde, el auge del naturismo en la provincia puede servir de acicate para levantar la no demasiado boyante industria turística almeriense, convirtiéndo se en una futura e importantísima fuente de ingresos para la deprimida economía provincial. Y no hay que olvidar que Almería tiene 195 kilómetros de litoral, con numerosas, y variadas calas desérticas y deshabitadas, que sin, duda la con vierten en uno de los rincones de Europa más idóneos para la creación de centros naturistas.

Los precios de afiliación a la ANA -que dan igualmente derecho al carné de la FNI- varían desde las mil pesetas de cuota anual para mujeres u hombres solos hasta las 2.000 para las familias con hijos menores de dieciocho años, pasando por las 1.500 para las parejas. Aparte de otras doscientas, cuatrocientas y trescientas pesetas, respectivamente, para la emisión del carné. Los hombres solos necesitan ser presentados por dos familias, o dos parejas de socios para su admisión en la asociación.

Fuente: elpais.com Texto: Eduardo Castro.

El Fonoll, un pueblecito que volvió a la vida

Una agitada e intensa historia con buen final

Existe en la Cataluña interior, a 50 km de la costa, en la comarca de la Conca de Barberà, una de esas comarcas tarraconenses que no está bañada por el Mediterráneo, un pequeño pueblecito sumergido entre laderas montañosas y situado a medio camino entre un valle y una cima. Este paraje, históricamente anónimo y solo conocido por los vecinos del entorno y pueblos aledaños, ha permanecido oculto, semienterrado y durmiendo el sueño del olvido durante más de 60 años.

Sus casas, robustas construcciones en mamposteria de piedra y piedra tallada, no habían soportado el paso de los años y manteniendo erguidas solo sus fachadas, abrigaban los restos de sus pisos y tejados en montones de escombros colonizados por persistentes zarzas, arbustos o algún tímido arbolito nacido de semilla despistada.

Emili Vives, naturista emprendedor y visionario, descubrió este rincón por casualidad a finales del 95 y atraído en parte por sus raíces, que lo ubicaban con ascendentes en la zona, y en gran parte por su imaginación y ganas de llevar a cabo un proyecto de naturismo integral, se lanzó a la aventura de conseguir que aquellas ruinas, desde ese momento entrañables y de su propiedad, se convirtieran en el primer pueblo naturista de la geografía española. Puesto manos a la obra dedica todos sus esfuerzos, y sus inversiones, en lograr que estas ruinas tomen forma y sean habitables. En la mente una idea fija, conseguir que todo el pueblo y su entorno respondan a los principios básicos del naturismo: plena integración con la Naturaleza, construcciones no agresivas, energías alternativas, etc.

Cuando todo parecía caminar sobre ruedas aparecen los primeros problemas. En primer lugar administrativos. El pueblo no existe y se ha convertido, por su abandono, en una pedanía de otro, estando integrado en su administración local.

Al no reconocerse su existencia se requieren todos los permisos para edificar, y para conseguir esos permisos, la administración local, directamente y sin tapujos, solicita una suma importante de dinero «a fondo perdido» por el mero hecho de autorizar la puesta en marcha del complejo. Emili reacciona con denuncias de corrupción que consiguen enemistar a los caciques del pueblo con la idea del proyecto, pero continua adelante con los trabajos amparado por el silencio administrativo. No edifica, rehabilita, con lo cual no se construyen nuevas plantas sino que se aprovechan las existente, dándoles contenido a las fachadas y empezando a crear las primeras instalaciones.

Entretanto el ayuntamiento le inmoviliza las obras y le incauta todo el material para impedirle continuar con el trabajo. Recursos y más recursos, todos sin efecto. Presentación del proyecto de instalaciones, reconstrucción, plan urbanístico, plan forestal, etc… a pesar de todo se le deniegan los permisos de obras y el programa «Leader» de ayuda europea. Emili no ceja en su empeño y continua con su labor, sabedor de que las malas artes de unos cuantos piltralfillas corruptos no conseguirán desviar su curso. Lenta pero incansablemente las distintas casas van tomando forma y aparecen el ateneu, el restaurante y las primeras viviendas. Simultáneamente el agua y la electricidad suministrada por un aerogenerador y paneles fotovoltaicos.

Se siguen las buenas noticias. Ya en el 2003 recibe la aprobación del plan urbanístico para todo el proyecto, para la zona de acampada, vialización e infraestructuras. Construye una gran balsa, que se usa como piscina, muy esperada por los habituales sobretodo en verano, y de esta manera llegamos a lo que es El Fonoll hoy, un pueblo naturista, el primero de España, lleno de vida y de ilusiones, con diversas viviendas y modalidades, y que no para de crecer y perfeccionarse para el uso y disfrute del naturismo en plena naturaleza.

Terminado ya el nuevo salón social-comedor con capacidad para 200 personas, diseñado en varios ambientes en función de la época del año y un gran edificio de dos plantas que fue por un tiempo sede del Club Català de Naturisme y alojamiento de sus socios cuando acudieran a El Fonoll. En proyecto, un hotel de 85 habitaciones, varios albergues para grandes grupos y un camping no agresivo.

Ya quedan en la memoria aquellas ruinas mortecinas y abandonadas que jamás soñaron con volver a ser cobijo para gentes desnudas de cuerpos y abiertas de alma.

El Fonoll hoy. Instalaciones y servicios

Habitaciones y viviendas de alquiler. Existen alojamientos muy variados, desde sencillas habitaciones que disponen de un sofá-cama doble y una mesa con tres sillas, ideales para parejas o personas solas, hasta casas con varias habitaciones y capacidad para ocho personas, son éstas las más solicitadas por los grupos.

Todas las viviendas, a excepción de las habitaciones, disponen de baño completo con ducha de agua caliente a gas, cocina equipada y calefacción de leña, bien con chimenea (normalmente las casas, o con estufas (los apartamentos).

Supermercado de alimentación, bebidas, aceites, vinos, verduras, pan, alimentos biológicos, ferretería, cosmética, librería, etc… El super es una especie de bazar donde puedes encontrar las cosas más insospechadas. Además de los alimentos básicos, frutas, verduras, quesos de la zona, miel, aceite, vino y alimentos biológicos, tienes libros de naturismo del catálogo de la editorial Cedel, de Emili Vives, y herramientas para los más variados trabajos, desde agricultura o jardinería a costura o ferretería.

Solarium al aire libre, en zona resguardada del viento y siempre soleada. Dispone de hamacas de uso gratuito. Es un auténtico placer disfrutar del sol desnudos en los meses de invierno, pues si el día es tranquilo el rincón del solarium resulta ideal para este fin.

Fuente de agua potable que llena una gran balsa que se utiliza de piscina, y manguera directa de los pozos.

Merendero con mesas, barbacoas y agua para lavar platos (400 plazas). Camillas para masaje al aire libre y sauna natural. Baños de barro.

Local del Ateneu (local lúdico y de conferencias). Biblioteca archivo con más de 2000 volúmenes.

Sala de yoga y otras actividades. Sala de masaje. Gimnasio de musculación. Mesas de ping pong. Tenis. Badminton. Boleibol. Petancas. Fútbol sala. Tiro con arco. Bicicletas de montaña. Todas las instalaciones deportivas diseñadas de forma no agresiva con el entorno y las especies vegetales autóctonas. No hay césped cultivado, ni tierra batida.

Actividades

Un encuentro nudista naturista, unas vacaciones, un fin de semana, un periodo de reposo, de reflexión. Masajes, juegos al aire libre, contacto con la Naturaleza, aire limpio, sol, baños de barro, nuevos amigos, fiestas, paellas, comidas colectivas, acampar, hacer un curso o taller, excursiones, hacer un huerto biológico, etc… son algunas de las muchas cosas que se pueden hacer en El Fonoll.

En los meses de máxima afluencia se organizan cursillos de todo tipo, pero siempre relacionados con la vida naturista. Cocina vegetariana, masaje sensitivo, danza libre, fotografía para naturistas con los temas centrados en la naturaleza y el desnudo, relaciones de pareja, pintura corporal, etc. dirigidos a los diferentes segmentos de edad.

Más de 152 hectáreas de bosques, prados, caminos de piedra con patrimonio románico e instalaciones lúdicas dentro de la Vall del Corg, al lado de hermosos pueblos medievales como Guimerà, Conesa, etc.

Una actividad destacada que se ha celebrando en el 2003 por primera vez es el Cross Naturista, el primero que se celebró en Cataluña, impulsado por Marcel-lí y Clara y respaldado por el Club Català de Naturisme, se celebró con gran éxito de participación el 31 de agosto en este marco tan idóneo para celebrar este tipo de eventos deportivos como es El Fonoll. Desde entonces cada año se celebrar este evento deportivo, aunque en los últimos años la organización y realización del mismo depende exclusivamente de El Fonoll.

La revista Natur Vida

En el verano de 1999 ve la luz por priema vez la publicación «Natur Vida», un modesto boletín que editado por el Ateneu Naturista Cultural i Lúdic, e impulsado por Emili Vives, nace para informar de todo lo que suceden el El Fonoll, pero también con talante reivindicativo y de denuncia de aquellas situaciones y acciones injustas que vayan contra el naturismo, o lo perjudiquen.

Para lograr estos objetivos, este primer número de la publicación se distribuye de forma gratuita, tiene tan solo ocho páginas y se realiza la tirada de ejemplares en blanco y negro.

La primera editoral de la publicación es precisamente un texto de denuncia dirigido a aquellos organismos o instituciones públicas que con su terquedad y poca visión de futuro se obstina en poner trabas e impedimientos administrativos con objeto de impedir que El Fonoll no llegara nunca a ser la hermosa realidad que es hoy.

La revista Natur Vida se convierte en poco tiempo en una hermosa realidad, con una tirada de ocho a diez mil ejemplares, se convierte así en un referente de las publicaciones sobre naturismo que se editan en nuestro país.

He tenido en mis manos y he podido leer (a pesar de las dificultades de un castellano parlante para leer algunas cosas, pues Natur Vida se edita en catalán) y disfrutar los últimos números editados que son un auténtico lujo, sus más de sesenta páginas a todo color, que versan sobre los más diversos aspectos del naturismo, y su veintena de páginas contrapuestas de su publicación hermana «Pragma» hacen de cada ejemplar un recreo para los sentidos y una fuente de información muy apetecible. Recomiendo una lectura pausada y tranquila de alguno de los número que se han editado. Aunque actualmente esta revista ya no se publica, una verdadera lástima.

Información relacionada:

20 años en pelotas: El Fonoll, el pueblo desnudo donde la vida parece un reality.

El Camping Naturista Almanzora de Vera cierra sus puertas

Se ha confirmado: el Camping Naturista Almanzora de Vera, cierra sus puertas para siempre el próximo 5 de Mayo de 2008.

Lo que era la «crónica de una muerte anunciada», lo que muchos presentíamos que sucedería, lo que la salvaje especulación urbanística que sufre la zona ha causado, finalmente ha sucedido: el camping cierra.

Aunque no me sorprende la noticia, no hace muchos años en una feria de Fitur pedí un catálogo de la cadena de Hoteles Playa, y en el reverso de la última página venía anunciada ya la construcción de un gran hotel de 5 estrellas que ocuparía gran parte de los terrenos del camping, algo que siempre ha estado ahí aunque nunca se ha hablado abiertamente de ello.

Nota: Haciendo clic sobre cualquiera de las imágenes puedes visualizarlas en sus tamaños originales, en modo “pase de diapositivas”.

Además la construcción de una mega urbanización «textil» que se está construyendo alrededor del camping habían ahogado literalmente a éste, pasando de ser un lugar sumamente agradable, años atrás ejemplo de convivencia en un mismo camping de nudistas y textiles, a ser un lugar incómodo y muy agobiante en épocas de gran ocupación. incluso señalar el detalle de que para ir a la piscina del camping había que salir de éste cruzar una calle que se construyó partiendo el camping en dos, dejando la piscina al otro lado de la calle y aislada del resto del camping.

Un recurso menos para nuestro colectivo que de seguir así poco a poco nos quedaremos sin nada. Creo que ya va siendo hora de que nos pongamos las pilas y dejemos de ver el nudismo solo como un derecho (que lo es) y lo veamos como un sector turístico y de ocio que puede tener un gran futuro si sabemos venderlo, creo que debemos dejarnos de manifestaciones y chirigotas, dejarnos de hacer cada uno la guerra por nuestra cuenta y centrar nuestras fuerzas (las pocas y divididas que tenemos) en intentar convencer a sectores de turismo empresariales, municipales, autonómicos y gubernamentales que el nudismo es fuente de ingresos, que es un sector en alza que mueve muchos millones allá donde hay recursos debidamente señalizados, ofertados, cuidados, respetados y consolidados, y que España es el país más idóneo de Europa para desarrollarlo. Todo lo demás es humo.

El entonces secretario de ADN (Asociación para el Desarrollo del Naturismo en la Comunidad de Madrid) inició hace años algo que aún recuerdo nítidamente por lo acertado de la idea, él sostenía que había que conseguir llevar invitadas a personas influyentes del sector turístico, de ocio y cultura, tanto de sectores privados como municipales, autonómicos o gubernamentales a los centros nudistas que existen en nuestro país para que pudiesen comprobar in-situ el grado de ocupación de que gozan, el negocio que pueden ser y la «normalidad» manifiesta del día a día en un establecimiento de uso nudista, personas que podrían tener el poder y la capacidad de llevar a cabo nuevos proyectos. Una gran idea que no debió perderse, y algo que de haberse seguido ahora es posible que estuviésemos hablando de inauguraciones de nuevos centros nudistas, en lugar de cierres.