El destape no fue una liberación ni para el cine ni para la mujer

Con el objetivo de rendir homenaje a las verdaderas heroínas del cine del destape, la Casa de la Mujer de Zaragoza organizó el pasado 26 de octubre la proyección de la película Los años desnudos, de Dunia Ayaso y Félix Sabroso. Una crónica del destape desde la perspectiva contemporánea a la que siguió la mesa redonda presidida por la escritora del libro Daniela Astor y la caja negra, Marta Sanz; y la actriz Fiorella Faltoyano, protagonista de Asignatura pendiente de José Luis Garci.

«En el destape hubo dos tipos de actrices, aquellas que se desnudaron de forma eventual para una película concreta y las verdaderas actrices del destape, me alegro de poder decir que yo pertenecí al primer grupo» comentó Faltoyano durante una mesa redonda que estuvo marcada por duras críticas hacia la «falsa libertad» que se vivió en España durante los años 70. «No fue una etapa de liberación ni para el cine ni para la mujer, fue un cine machista que solo buscaba contestar a los deseos más inconfesables de los hombres» comentó la actriz, que dijo entender perfectamente las críticas que sus películas realizadas durante aquel periodo pudieron recibir. «Enseñar el sexo femenino no supone ninguna libertad» aseveró Faltoyano.

La actriz se refería de este modo tan crítico a su etapa de actriz en los 70, un periodo al que Faltoyano se refirió como «una época de guiones malísimos, costes ínfimos y directores terroríficos», y de la cual intentó huir en todo momento optando por la televisión como medio más íntegro. «Desde el primer momento opte por la televisión ya que no me motivaba para nada salir en bragas y sujetador mientras Alfredo Landa me perseguía por un pasillo», indicó la actriz, que se negó a mostrarse desnuda en repetidas ocasiones durante los años 70 tanto en el cine como en revistas. «A raíz de Colorín Colorado me surgió la oportunidad de participar en películas en las que se precisaban desnudos, pero siempre justificados en el guión, de modo que finalmente acabé realizando mi primer desnudo a los 27 años en Asignatura Pendiente, fue una experiencia negativa, no tanto por el tema moral, sino por una manía mía, tenía bastante pudor estético» comentó la veterana actriz, que comentó que si bien esas escenas no le convencían del todo, distaban mucho del plantemiento chapucero de otras producciones acometidas en el auge del destape.

Esperanza y miedo

Por otro lado, Sanz quiso alabar la figura de Faltoyano, de quien dijo «no fue una musa de la transición, y menos mal que no lo fue porque fue mucho más». La escritora, que en su libro Daniela Astor y la caja negra adopta el punto de vista de una niña casi adolescente que transita el mundo del destape, dedicó duras críticas al cine de la época. «El país estaba pasando por una especie de pubertad, había esperanza sí, pero también mucho miedo; recuerdo que mi abuela nos insistía en que estuviésemos preparadas para quemar nuestros libros de Marx en cuanto un militar asomase por nuestra puerta» indicó Sanz.

Asimismo, la escritora suscribió la clasificación de actrices propuesta por Faltoyano, e hizo hincapié en las contradicciones morales de la época. «Vimos desnuda a Marisol, la niña cantadora del franquismo en lo que creímos que era un golpe definitivo al nacional-catolicismo, pero fue una ilusión, porque seguíamos sin poder abortar y sin tener el control sobre nuestro propio cuerpo, no hacíamos sino reproducir unos hábitos completamente machistas» indicó la escritora, que indicó que el tema capital de la herencia de la transición en la actualidad era preguntarse «por qué deseamos lo que deseamos y ser críticas respecto a por qué hacemos las cosas con el objetivo de identificar la cultura machista».

Fuente: eldiariodearagon.com

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50 estrellas desnudas por exigencias del guión.

El nudista

Raúl mira absorto a una pareja desnuda en la playa. Con sólo diez años y exento de todo tipo de prejuicios comprende la simbiosis entre el cuerpo humano y la naturaleza.

El tabú que representa la desnudez se convierte en un lastre para Raúl, que debe despojarse de la visión sórdida que le han inculcado para alcanzar su meta: ser nudista.

Cortometraje el nudista:

VII Premio Europeo Universidad de Sevilla de Cine, Festival de Cine Europeo de Sevilla (2014).

Más información: http://twitter.com/el_nudista

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El nudista: Dossier del cortometraje.
Sobre el cortometraje «El nudista».

Aproximaciones al desnudo masculino en el cine

¿Cuántas veces has visto un desnudo masculino en la pantalla grande? La lista de actores que han tirado las ropas a un lado para cumplir con las exigencias del guión no es muy larga, en comparación a la femenina, pero ellos han demostrado que pueden mostrarse como adanes en el paraíso. El desnudo es intrínseco al arte y no podía estar ausente en el cine.

Algunos actores empezaron a mostrar la piel tímidamente, con recato y pudor sobre todo teniendo en cuenta que en los inicios de la industria cinematográfica los grandes estudios rechazaban un desnudo frontal de hombres, a diferencia de sus pares mujeres. El écran ha servido para que el erotismo, la pasión y el amor se develen por completo y los actores no han sido ajenos a demostrarlo.

¿Por qué la censura? ¿Todo desnudo masculino es trasgresor? ¿Para el espectador promedio es más fácil ver un desnudo femenino que uno masculino? Las respuestas son el machismo, los prejuicios y tabúes mezclados con la moral religiosa de un público conservador frente a las libertades sexuales. En el cine la igualdad en el destape se ha producido más rápido que en la TV donde los espectadores han tenido que esperar al año 2015 para ver en la serie #TheAffair un pene, en la cadena ShowTime en un horario más estelar. Ya el actor Kevin Bacon, quien también figura en nuestra lista, creó el hashtag #FreeTheBacon en protesta por la falta de desnudos masculinos en cine y televisión reclamando por la desigualdad en el desnudo.

Todos hemos sido testigos de cómo el cuerpo femenino ha sido objeto de deseo de muchos espectadores durante décadas y se ha mostrado con gran naturalidad, sin tanto revuelo ni escándalo ¿Por qué tanto aspaviento frente al desnudo masculino? ¿Es más comercial ver el cuerpo de una mujer que de un hombre? Directores de avanzada para su época como el italiano Pier Paolo Passolini «Teorema«, «El decamerón«, «Saló«, Ken Russell «Mujeres enamoradas«, «Los demonios«, Derek Jarman «Sebastiane«, Paul Morrissey «Heat«, «Trash» o James Ivory «Una habitación con vistas«, «Maurice«, no tuvieron inconveniente alguno para enseñar totalmente desnudos a sus protagonistas.

El cine europeo fue siempre más liberal y avanzado, siendo así que algunos directores se atrevieron a mostrar no solo desnudas a las actrices sino también a los actores en escenas muy eróticas sobretodo a partir de los setenta con el advenimiento de la revolución sexual. Gerard Depardieu en Francia o Fabio Testi en Italia se erigieron como los auténticos sementales de carne y hueso, símbolos sexuales que no dudaron en desvestir más que su alma para gozo de sus fans.

Cine europeo como el de Bernardo Bertolucci, Lars Von Trier, Paul Verhoeven, Danny Boyle, Tinto Brass, Pedro Almodovar o Eytan Fox es prueba irrefutable que el cine y el desnudo van de la mano dentro del universo de sus autores. Sin embargo, existen algunos actores americanos que se han atrevido a desafiar los cánones, tal es el caso de Richard Gere «American Gigoló«, William Petersen «Vivir y morir en L.A.«, Russ Meyers «Vixen«, Harvey Keitel «Teniente corrupto«, «El piano«, Bruce Willis «El color de la noche«, Jude Law «El talento de Mr. Ripley«, Edward Norton «American History X«, Peter Sarsgaard «Kinsey«, Kevin Bacon «Juegos salvajes» o Geoffrey Rush «Quills«.

Bernardo Bertolucci nos entregó a inicios de los años ochenta una hermosa película en la que dos actores de peso en su mejor momento Robert De Niro y Gerard Depardieu en «Novecento» se masturban juntos. En esta década «Ken Park» co-dirigida por Larry Clark, mostró una fabulosa escena de onanismo en la que un chiquillo se excita oyendo los gritos de las jugadoras en un partido de tenis femenino. Y los actores de «¿Hacemos una porno?» no se quedaron atrás.

Después de la dictadura de Franco el cine español se destapó y es uno de los que más ha retratado al cuerpo masculino con o sin connotaciones sexuales libre de censura alguna, títulos los hay de sobra: «El perro» de Antonio Isasi, «Arrebato«, de Iván Zulueta, «Lucía y el sexo» de Julio Medem, «La distancia» de Iñaki Dorronsoro, «Jamón, Jamón» de Bigas Luna, «Más que amor, frenesí» de Alfonso Albacete y Miguel Bardem, «Novo» de Jean-Pierre Limosin, «El crimen de Cuenca» de Pilar Miró, las películas de Eloy De la Iglesia «Colegas«, «Navajeros«, «El diputado«, «Los novios búlgaros«, Almodóvar «La ley del deseo«, «Carne trémula«, «Y tu mama también» de Alfonso Cuarón.

Ya en el presente siglo filmes como «Watchmen» (2009), uno de los personajes el Dr. Mahanttan (Billy Cudrup), se pasea por la película totalmente desnudo mostrando sin pudor sus atributos digitales, un filme de Zack Snyder que hizo polémica al mostrar un pene aunque azul de forma explícita en una producción apta para todos los públicos. En el plano psicológico ¿Acaso el rechazo al desnudo masculino en el cine se deba al hecho de que esos cuerpos armoniosos no se parezcan en nada los nuestros? ¿Miedo a ciertos deseos homoeróticos reprimidos?

Tradicionalmente se nos ha enseñado que el desnudo femenino si nos puede contar o decir algo, transmitir una sensación, hacernos sentir la belleza pero ¿y el cuerpo masculino solo perturba? Sería bueno que como primer paso reconozcamos la belleza de un hombre en el más puro concepto de su aspecto físico y estético, tal vez algo difícil para el público heterosexual machista aunque no en el segmento de la diversidad sexual y las mujeres.

Fuente: larevistadiversa.blogspot.com

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