El anarco naturismo, doble camino a la libertad

«(…) para mí no es naturismo aquel que no se preocupa de la vida integral del individuo y como ésta solo puede desarrollarse dentro de una sociedad igualitaria, sin leyes ni gobiernos, sin explotadores ni explotados, deduzco de aquí la consecuencia de que las ideas naturismo y anarquismo van tan íntimamente unidas, que no pueden separarse sin que a cada una de ellas les falte algo para ser completa».

«¿Qué ley natural marca la explotación del hombre por el hombre? ¿Puede ser naturista una colectividad donde exista esta anomalía? Cualquier hombre libre al contestar a estas preguntas, habrá de unir los dos ideales tan íntimamente, que forzosamente se verán unidos, sin que puedan separarse uno de otro».

Antonia Maymó

El anarco naturismo

Presos naturistas libertarios en el patio de la cárcel Modelo de Barcelona en 1933.

No recuerdo cuando vi esta foto por primera vez. Se trata de un grupo de presos anarquistas haciendo ejercicios naturistas en el patio de la cárcel Modelo de Barcelona en el año 1933. Recuerdo que me impresionó sobremanera; no por el hecho en sí, unos cuantos hombres «en pelotas», ni que sea haciendo una especie de pirámide o «castell», sino por el hecho de estar realizando esos ejercicios en el patio de la prisión -probablemente condenados por la República y la Generalitat de Catalunya- después de la fracasada insurrección revolucionaria, quizás de enero de 1933.

Que en el movimiento anarquista de los años 20 y 30 del siglo pasado bullían cientos de iniciativas heterogéneas, todas ellas conducentes a la emancipación integral del ser humano, es algo que todos los que nos hemos acercado a él con la mirada atenta, hemos podido descubrir.

El esperantismo, el naturismo, el vegetarianismo, el feminismo, el desnudismo, junto al no menos impresionante -amor libre- no son más que algunos de estos «ismos» de los que el anarquismo ni supo, ni pudo, ni quiso desprenderse y que hoy, casi un siglo después, nos ayudan a entender la grandeza de aquel movimiento que a punto estuvo de conseguir instaurar un nuevo mundo mucho más justo, libre e igualitario del que nos ha tocado, nos toca y, mucho me temo, nos seguirá tocando vivir.

Cuaderno de pensamiento titulado «El naturismo libertario».

Hace unos años, en 2005, «Solidaridad Obrera» publicó un interesante Cuaderno de pensamiento con el título de El Naturismo libertario, firmado por J.M. Rosselló, del que me gustaría entresacaros algunos párrafos:

Naturismo y anarquismo: el naturismo libertario (I)

El estudio del naturismo libertario es más complejo que el del resto de corrientes, pues se da tanto en el movimiento anarquista como en el propiamente naturista. Por eso es necesario analizar las diferentes perspectivas de relación entre las dos corrientes de pensamiento y, a la vez, hablar de Reclus y de Tolstoi precursores, ambos, de lo que poco después se denominaría naturismo libertario. Eliseo Reclus (1830-1905), geógrafo y teórico del anarquismo, es muy influyente en el movimiento ibérico por la rapidez con que son traducidas sus obras, tal como ocurre con su gran estudio de geografía social El Hombre y la Tierra (1905-1908), material didáctico en la Escuela Moderna de Ferrer i Guardia.

En el volumen VI de este estudio se encuentran elementos de los cuales se nutre el naturismo libertario. Reclus, vegetariano, defiende, como un gran acontecimiento revolucionario, recuperar el derecho de los antiguos griegos a ir desnudos a la luz del sol, pasando a ser la ropa una cuestión exclusivamente climatológica. Si fuese necesario recomendar una obra del sabio geógrafo, breve, bella y didáctica de la interrelación entre naturaleza y sociedad sería, sin duda, El arroyo (1864).

También es pronto conocido en la Península el escritor, pedagogo y revolucionario ruso León Tolstoi (1828-1910), promotor de un anarquismo basado en el mensaje social de la palabra de Cristo una vez desprovisto de todo aspecto religioso.

Tolstoi, vegetariano y esperantista como Reclus, escribe en su postrer libro Últimas palabras (1909) que vivamos según la ley de Cristo: amándonos los unos a los otros, siendo vegetarianos y trabajando la tierra con nuestras propias manos.

A pesar de que no lo parezca, el naturismo y el anarquismo ibérico tienen los mismos puntos básicos en común: la idea de un orden natural del cual nos aleja el artificialismo, razón de la necesidad de retornar desde el individuo. Sin embargo esto no es motivo para que no se den más interpretaciones, pues también, por ejemplo, se puede considerar un retorno a la sociedad natural -naturaleza- la insurrección para la instauración del comunismo libertario. Otra visión que no pasa por el naturismo libertario, así como tampoco guarda una relación necesariamente directa con él, son las prácticas de los primeros anarquistas de la segunda mitad del siglo XIX, motivadas quizá por querer dar ejemplo de austeridad y de higiene social al no comer carne o no beber vino ni jugarse el sueldo a las cartas.

El naturismo libertario en su momento de más gran esplendor -los años veinte y treinta como el resto del movimiento naturista- tiene diferentes perspectivas:

— El naturismo y el anarquismo, dos puertas que dan al mismo lugar.
— El naturismo y el anarquismo, dos sistemas filosóficos diferentes pero obligadamente complementarios.
— El individualismo libertario.
— Los anarquistas no naturistas.

Dos maestros racionalistas, la madrileña Antonia Maymón y el sabadellense Albano Rosell, junto al barcelonés Adrián del Valle, son los partidarios más representativos de los que consideran naturismo y anarquismo un mismo ideal con dos entradas.

Antonia Maymon (1881-1959) es una destacada militante que se orienta en cuatro ejes: anarquismo, naturismo, liberación de la mujer y pedagogía racionalista. En el terreno del naturismo Maymon participa en el Congreso de Bilbao (1925), preside el de Málaga (1927), además de colaborar durante diez años en la revista Helios, hasta 1931, y seis, hasta 1932, en la revista Naturismo (1920-1934), es decir, es muy conocida y valorada tanto en el movimiento naturista como en el anarquista, con la visión que ella misma refleja, entre otros, en Anarquismo y naturismo (1925):

«(…) para mi no es naturismo aquel que no se preocupa de la vida integral del individuo y como ésta solo puede desarrollarse dentro de una sociedad igualitaria, sin leyes ni gobiernos, sin explotadores ni explotados, deduzco de aquí la consecuencia de que las ideas naturismo y anarquismo van tan íntimamente unidas, que no pueden separarse sin que a cada una de ellas les falte algo para ser completa» (pág. 12).

Y por si no ha quedado suficiente claro: «¿Qué ley natural marca la explotación del hombre por el hombre? ¿Puede ser naturista una colectividad donde exista esta anomalía? Cualquier hombre libre al contestar a estas preguntas, habrá de unir los dos ideales tan íntimamente, que forzosamente se verán unidos, sin que puedan separarse uno de otro» (pág. 12).

El pionero del anarquismo en Catalunya, Albano Rosell (1888-1964), es también un activo naturista que a pesar de sus dos exilios en Montevideo, la capital uruguaya, uno a consecuencia de la Semana Trágica (1909) y otro, el definitivo, a causa de la represión previa a la dictadura de Primo de Rivera, participa muy activamente en los primeros años de la revista Helios. Igualmente, acude como delegado al no llegado a celebrar Congreso Naturista Ibérico de Lisboa y edita, posteriormente, El Naturista (1922-1923) donde expone sus opiniones durante los años de definición del movimiento naturista.

Su obra Naturismo en Acción (1922), es una crítica a la visión exclusivamente terapéutica sin una base filosófico social la cual desarrolla en El Naturismo Integral y el Hombre Libre (1918): «(…) el Naturismo no es solamente un problema de higiene, de mesa, de terapia; (…) no son más que aspectos que estudia y razona el Naturismo; pero, además de estos aspectos estudia sus complementos que tienen relación con el medio social y económico vigente, con las necesidades de raza, de clima, de ambiente, con los sentimientos y lo que el hombre ha creado como ciencias, artes, lazos autóctonos, tradiciones modificables, afectos sanguíneos, bondades humanas (…)» (pág. 69).

Rosell ve el naturismo integral o libertario como la ciencia del vivir felices que supera dogmas e «ismos», al ser producto del estudio de las leyes naturales. El naturismo integral abarca el aspecto físico-vital, el ético, el social, el artístico emotivo y el científico. La idea básica del aspecto social consiste no en resolver los efectos de la decadencia sino sus causas viendo cómo afrontar la resistencia del capital a la solución. Rosell, en su utopía naturista, En el país de Macrobia (1929), da un ejemplo de la importancia del aspecto artístico-emotivo, el sentido estético, el cual nos lleva a la identificación con las cosas y seres de la naturaleza.

Adrián del Valle (1872-?), periodista y escritor, nace en Barcelona pero se instala definitivamente en la capital cubana después de la independencia de la isla, formando parte de la Sociedad Naturista «Pro-Vida». Su pluma, orientada por el anarquismo y el naturismo, escribe la novela Náufragos (1926) que aún sigue siendo la mejor descripción del naturismo libertario, a través de las vivencias del médico Octavio Alvar tanto ante las injusticias del mundo colonial como ante el retorno al orden natural que borra las clases sociales en la isla desierta que da título a la novela. En Naturismo (1931) expone su visión del naturismo a partir del aspecto sociológico y del filosófico: «El objetivo del Naturismo sociológico es observar los obstáculos que ofrece la sociedad al desenvolvimiento natural del individuo y a la vez estudiar el modo de ir eliminándolos, hasta alcanzar un medio social que no esté en pugna con dicho desenvolvimiento» (pág. 24).

«El Naturismo filosófico debe proponerse únicamente el conocimiento de la naturaleza que circunda al hombre, la que constituye su medio. Estudiar al ser humano, en su naturaleza propia (constitucional) y con sus relaciones con el medio social (agregados humanos) y el medio natural (terrestre y cósmico). Y de semejante estudio deducir las reglas físicas, morales, sociales y naturales, más convenientes a la vida normal y armónica de los hombres» (pág. 27).

La Sociedad Naturista Cultural de Alcoy publica esta obra del escritor naturista, una muestra de que a pesar de vivir en la isla gran parte de su literatura se edita también en la península.

Diferentes pero complementarios

El Dr. Puente y el sindicalista montañés González Malo son dos ejemplos de considerar el anarquismo y el naturismo como dos sistemas filosóficos completos pero necesariamente complementarios.

Isaac Puente (1896-1936) nace en la población vizcaína de Las Carreras, se doctora en Medicina en 1918 y ejerce prácticamente toda su carrera en el municipio alavés de Maeztu. Puente es uno de los grandes difusores del naturismo libertario y el principal en dar a conocer la medicina naturista dentro del movimiento anarquista.

El médico libertario opina que anarquismo y naturismo son dos ideales diferentes que vistos como soluciones últimas crean dogmatismos -especialismos, dice él- en lugar de desarrollar nuestra libertad camino de la perfección humana. A pesar de todo, los considera compatibles y complementarios. Compatibles, por su idéntica finalidad de suprimir el dolor humano y su parentesco ideológico de encontrar la raíz del sufrimiento en el apartarse de la naturaleza.

Complementarios, al ocuparse de aspectos diferentes, el anarquismo libera el ser social y el naturismo libera el ser vivo. En Generación Consciente (1924), sigue esta exposición dando a ambos ideales una superioridad respecto al resto por: la disciplina a que someten los actos sociales y corporales.

— El entrenamiento consciente que esta produce en quien los realiza.
— La amplitud de miras que tienen a pesar de su especialismo.
— La exaltación del humanismo.

Jesús González Malo, sindicalista portuario, funda en 1930 un Grupo Naturista en el Ateneo Obrero de Santander, afín a la C.N.T. Un año antes había dado respuesta con el artículo «¿El Naturismo integral se basta a sí solo?», a otro de Silvestre del Campo partidario de las de un mismo ideal. González Malo pone el ejemplo de los tres brazos del mismo cuerpo, es decir, la anarquía es la meta -el comunismo libertario-, el sindicalismo es el medio colectivo para alcanzar dicho objetivo y el naturismo es el medio de perfección individual indisoluble del avance hacia la sociedad comunista libertaria.

El individualismo libertario

Costa Iscar, individualista libertario, realiza en su ensayo Crítica y concepto libertario del Naturismo (1923), una crítica al vegetarianismo naturista al relativizar el valor de la alimentación y de la medicina naturista, haciéndose partidario de la sobriedad más que de cualquier exclusivismo, a la vez que también critica la poca profundidad o el marcado conservadurismo de sus planteamientos sociales. En esta línea, el concepto de naturismo libertario es un ideal de transformación social aunque, como buen individualista, le prevé un futuro de pequeñas colectividades agrícolas de afines, pues ningún ideal puede alcanzar servir para todo el mundo y para todo momento.

Mientras que Costa Iscar no es naturista, el colectivo de la revista Iniciales (1929-1937) con sede en la barriada barcelonesa de Sants y, a su vez, heredera de Ética (1927-1929), sí que lo es, pero siempre con la idea de que es un empezar, no una finalidad, tal como simboliza su título y expone su primera editorial.

Para acabar este apartado es necesario referirse a la familia Montseny y la segunda época de su publicación La Revista Blanca (1923-1936). Los Montseny consideran el individualismo como la interpretación más refinada de la anarquía siempre, eso sí, que no quiera imponerse en ella. Federica Montseny (1905-1994) ilustra bien el paso de «naturista» a «naturalista», máxime cuando el naturismo es uno de los ejes editoriales iniciales de su revista.

En  (1923), Federica escribe que éste necesita del anarquismo para tener un carácter transformador, mientras se decepciona por el auge, dentro del movimiento naturista, de posiciones más terapéuticas que sociales, lo cual la conduce a denominarse «naturalista» y a distanciarse, en la práctica, de los planteamientos naturistas, aunque no dé esta sensación en Naturismo y naturalismo (1927).

Anarquistas no naturistas

En el seno del movimiento libertario, no todos los anarquistas tienen la misma opinión. Los hay como Fortunato Barthe, maestro que coincide en las escuelas racionalistas de Alacant con Antonia Maymón, que afirma en Cómo veo yo el naturismo (1927) que un anarquista, a pesar de no ser naturista, nunca puede estar en su contra. Otros, sin embargo, le ven como una dispersión de las fuerzas o un retardar el objetivo principal de la revolución social que, una vez alcanzada, traerá consigo todo el resto añadido. Y, otros, hasta llegan a ridiculizarlo diciendo que es un querer hacer la revolución con coliflores y alcachofas.

La respuesta de los naturistas libertarios también es clara como se puede ver en Algo sobre Naturismo de Silvestre del Campo o se ríen de nosotros de Julio Enrique, ambos de 1927. Tanto uno como otro, ven en el naturismo libertario un enriquecimiento del anarquismo y no ven en el hecho de que el capitalismo no permite serlo al cien por cien una justificación para dejar de intentar acercarnos a la naturaleza. Silvestre del Campo, añade que dado que ningún capitalista pide al obrero, para darle trabajo, la condición de alcohólico o de fumar tabaco, si uno no es capaz de afrontar sus propias debilidades o vicios difícilmente puede buscar la emancipación social.

Vegetarianismo y desnudismo

A diferencia del resto de corrientes, el naturismo libertario une ambos caminos. Del vegetarianismo no es necesario añadir nada a lo dicho en otros apartados, pero del desnudismo sí.

El naturismo libertario no comparte la idea de la librecultura de que el estado natural de la humanidad es la desnudez. El escritor Laura Brunet en la muy conocida Desnudismo Integral. Una nueva visión de la vida (1931), manifiesta la postura libertaria en tres aspectos: constata la existencia regulada de cuándo ir vestido y cuándo no en todas las sociedades, sitúa el problema en la transformación de una cuestión de abrigo en un tema de orden moral -el vestidismo- y muestra la simpatía hacia la librecultura por su carácter progresista.

Esta perspectiva está reflejada también en la encuesta de la revista Iniciales con colaboraciones desde septiembre de 1929 hasta abril de 1931. La encuesta recoge la crítica del vestidismo y su simbología clasista, defiende las ventajas higiénicas de la desnudez, su estética, su belleza como ejemplo de salud y combate guiada por la evolución contra el menosprecio del cuerpo por parte de la moral cristiana. Colaboran, entre otros, Puente, Maymón, Martínez Novella, Augusto Moisés Alcrudo y Pierre Vachet.

Como no podía ser de otra manera en una publicación individualista no deja de señalar que, mientras que tomar el sol es saludable, el hecho de estar moreno no te hace ni mejor ni peor, por esto, en primer lugar es preciso despertar el espíritu de libertad del individuo el cual ya encontrará su propio camino para desarrollarlo.

La pedagogía naturista libertaria

La pedagogía libertaria también recibe aportaciones de Rosell y de Maymón, ambos pedagogos y maestros como ya se ha dicho. Rosell no cree, debido a la degeneración de la especie, que se venga a este mundo como una página en blanco donde el resultado final es debido a lo que en ella se escriba. Él propone, en cambio, una reeducación de la infancia para devolverlos a la armonía con la naturaleza. En esta forma no es necesaria ninguna acumulación de materias o instrucción precisándose, en cambio, un sistema educativo mixto diferente donde el maestro es una especie de hermano mayor -iniciador- en una escuela al aire libre, sin vacunas y con una alimentación vegetariana, donde lejos de castigos y de premios, se potencia el darse cuenta de la trascendencia, en relación a los demás, de las propias acciones y su incidencia en la mencionada armonía. El pedagogo sabadellense, utiliza narraciones de otras experiencias educativas suyas, Albores (1932) -la más conocida- como medio de fomento y percepción de dicha trascendencia.

Su pensamiento queda expuesto en Naturismo y Educación de la Infancia (1918): «Nuestra finalidad es dejar obrar a la Naturaleza, amortiguar en la infancia todo lo que de ilógico y pernicioso aparezca, todo lo absurdo y violento que se presente, (…)» (pág. 6).

En 1912 se constituye en Vitoria-Gasteiz la primera tropa de la Asociación Nacional de los Exploradores de España (boy scouts españoles). Promotores de esta asociación paramilitar son el capitán de Caballería, Teodoro Iridier, y el periodista y escritor barcelonés Arthur Cuyàs afincado en Madrid y director de la revista El Hogar Español, el cual, tres años después es nombrado su comisario general. Rosell, consciente de la incidencia de la educación en el pacifismo o belicismo de los pueblos, señala y denuncia la presencia de los valores y la organización militar en el asociacionismo de Exploradores detrás de una fachada de camaradería y contacto con la naturaleza.

Maymón, cree que la educación es cosa de las mujeres y tiene de estar dentro del naturismo pues la salud física lleva al desarrollo de la inteligencia y la educación de los sentimientos. Esto representa una autoeducación de las mujeres adultas en el naturismo por su propia salud y el ejemplo que tienen de dar a los hijos, mientras que a las niñas les es necesaria una asignatura específica, maternología, capaz de desarrollar el amor de madre. Maymón escribe gran cantidad de artículos tanto en la prensa anarquista como en la naturista aunque su pensamiento educativo de escuela única para niños y niñas sin distinción de clases sociales se recoge en Esbozo Racionalista (1932).

Entre el naturismo libertario también es reconocida la obra del maestro de Azuaga (Badajoz), Daniel L. Coello, titulada El Naturismo y la educación (1924), mucho más cercana a los postulados vegetariano naturistas en cuestiones como que la finalidad propia de la mujer es la maternidad.

Ecologistas, veganos y anarcoprimitivistas

Independientemente del interés de todo lo expuesto referente al naturismo libertario, éste desapareció como corriente en 1939. La dictadura franquista ya se preocupa lo suficiente de que sea así. Por ejemplo, la sociedad naturista de la población alicantina de Alcoy no puede legalizarse hasta los años setenta, casi veinte años más tarde que el resto, debido al recuerdo de la tradición libertaria de la Sociedad Naturista Cultural, ejemplo de asociación naturista harto reconocida en su momento.

A finales de los setenta se da alguna reanimación: aumenta la presencia libertaria dentro de las asociaciones naturistas y se publican boletines de algún colectivo vinculado a C.N.T. o a C.G.T., como el del Colectivo Naturismo y Ecología del Ateneo Libertario Carabanchel (Madrid) próximo a ésta última. De hecho son intentos basados en el pasado, mientras las jóvenes generaciones que despiertan socialmente en los años setenta u ochenta andan por otros caminos considerados parciales por la C.N.T. debido, según ella, a que el ecologismo o el feminismo no tienen una alternativa global.

El espíritu que en una época se manifiesta como naturismo libertario, está presente -no digo continúa-, por ejemplo, en marzo de 1989, en la VI Asamblea de la Coordinadora Asamblearia del Movimiento Ecologista (CAME) cuando se adhiere a los doce puntos del Manifiesto de Daimiel. El quinto, extraído de un estudio del autor (1989), es lo suficiente elocuente: «Rechazamos, por tanto, el modelo de producción capitalista, y consideramos insatisfactorio todo socialismo burocrático y, en general, cualquier fórmula socio-económica basada en el productivismo y en la acumulación de poder» (págs.13-14).

Está presente, también, en toda la red vegana que desde la liberación animal aporta un vegetalismo de cariz social, muy relacionado con sectores del movimiento okupa: comedores, fanzines, música…

Y claro, no deja de estarlo, pero de otra manera, en la actual corriente anarcoprimitivista, la del Futuro Primitivo (1994) de John Zerzan que, desde los últimos estudios de antropología y arqueología, revitaliza la idea de la civilización como una degeneración portadora de estados y jerarquías. Pero todo esto, realmente, ya es otro tema. Josep María Roselló. «La ropa representa la esclavitud en unos y tiranía en otros; solo el desnudo representa al hombre anárquico rebelde a todas las normas, desligado a los prejuicios de atavío de la sociedad del dinero. Esta relación se traduce en julio de 1928 en la constitución de la Federación Naturista, y en septiembre de 1929 en la celebración del IV Congreso Naturalista Español, apoyados ambos por el movimiento libertario».

Breve cronología del naturismo anarquista

1895

— La Idea Libre de Madrid, alaba el aspecto terapéutico pero critica el conservadurismo del kneippismo, movimiento antecedente y originario del naturismo.

— Según Díaz del Moral en Historia de las agitaciones campesinas andaluzas (1928), los anarquistas andaluces no consumen alcohol, tabaco ni carne aunque puedan y abrazan el naturismo al cambio de siglo.

1922

— Albano Rosell impulsa un debate de base para definir y señalar los objetivos del naturismo en un futuro Certamen Naturista. Mediante El Naturista, propone como temas de debate: la dignificación humana por el naturismo integral, filosofía naturista, el naturismo ante los problemas sociales, relación e importancia como ideales dignificadores de acracia y naturismo, el naturismo y la humanidad.

— Asamblea Naturista de Valencia. Iniciativa opuesta a la del Certamen, donde se consensua una definición de naturismo sin dimensión social, se acuerda crear una futura federación naturista española y se marcan como objetivos: una universidad naturista, sanatorios naturistas, escuelas regidas según principios naturistas y colonias agrícolas naturistas.

— Constitución de la Sociedad Naturista Cultural en la población alicantina de Alcoy.

1926

— Constitución del Ateneo Naturista Ecléctico (ANE) en Barcelona.

— Carta-circular de la Sociedad Vegetariana Madrileña, mediante la cual se pretende excluir del movimiento naturista a quienes pretenden un cambio social para su consecución. Respuesta contundente de Maymón y de Puente.

1927

–Congreso Naturista de Málaga. Presidido por dos anarquistas, Maymón e Hipólito.

1929

— Congreso Naturista de Barcelona. Es el último conjunto de todas las corrientes, solo los naturistas libertarios quieren mantener una unidad en la diversidad.

1936

— En el dictamen Concepto confederal del comunismo libertario del Segundo Congreso Extraordinario de la CNT, se señalan específicamente las comunas naturistas y su relación con el resto de comunas.

— Acuerdo unánime del Pleno Regional de Sindicatos Campesinos de la CNT de ceder tierras confiscadas para la formación de comunas naturistas.

— Durante el período ministerial de Federica Montseny, la Federación Naturista Española abre un Hospital Naturista para heridos y convalecientes del frente.

Fuente: lo que SOMOS.

Información relacionada:

El nudismo y los primeros anarquistas españoles.
Catalanes en pelotas.

«Tetiñas Free»: El movimiento nudista gallego que dio la vuelta al mundo en los 80

El precursor fue Miguel Cancio, que luchó para que en 1989 se legalizase el nudismo en las playas de Galicia y España y actualmente Naturigal, la única Asociación Naturista de Galicia, intenta coger el testigo de estos pioneros.

Nudistas en una playa gallega.

Galicia. Años 80. En la aislada playa de Baroña (A Coruña) son detenidas 14 personas que hacían nudismo por un grupo de Guardias Civiles armados con subfusiles que les acusan del delito de escándalo público. Este acontecimiento fue el desencadenante del nacimiento de «Tetiñas Free», un movimiento nudista gallego que dio la vuelta al mundo y que denunciaba también casos de especulación urbanística, además de conseguir en 1989 la legalización de la práctica del nudismo en las playas gallegas y españolas.

El alma de este inolvidable movimiento y principal precursor fue el economista, sociólogo y exprofesor de la facultad de Ciencias Económicas de Santiago (USC), Miguel Cancio. El gallego pone de manifiesto que en 1973 él ya iba con amigos a la playa del Castro de Baroña a hacer nudismo, un lugar «donde convivía gente vestida y desnuda sin problemas», rememora. En 1975 se mudó a París durante varios años a estudiar y asegura que a su vuelta a Galicia «había aumentado aún más esta tendencia», a la vez que deja claro que en aquel momento «no formaba parte de ningún movimiento ecologista».

En 1983 tuvo lugar un hecho que cambiaría la historia del nudismo y de Galicia para siempre, la detención del grupo de nudistas en la playa de Baroña (conformado por hombres y mujeres entre los que se encontraba Sanz de Siria, un cámara de TVE muy activo en el movimiento), que fueron llevados por las autoridades a Santiago, donde se les hizo una ficha policial con fotos de frente y de perfil. Este incidente está relacionado con la denuncia que estas personas hicieron en aquel momento de lo que se conoce como «el búnker de Baroña», un edificio de tres pisos levantado al borde de la playa «en unas condiciones totalmente ilegales», según señala Cancio. Por esta razón denunciaron la «ilegalidad» en la Delegación Provincial de Urbanismo.

A pesar de sus razones, gran parte de los habitantes de Baroña adoptaron una actitud hostil con Cancio y sus compañeros influenciados principalmente por el cura del pueblo, que trasladó a los vecinos, según recuerda, que «los nudistas iban a estropear el terreno que podían vender junto con ese edificio y que iban a dar muchos problemas». Debido a este «atropello», el sociólogo y economista impulsa la denominada  (CNER). «En Baroña se escandalizaron por unos culos al sol, tetiñas y piroliñas free y, sin embargo, no se escandalizan por aberraciones como el búnker, algo que no solo sucedía en A Coruña sino en toda la costa», critica.

Playa del Castro de Baroña.

Influencia nacional y legalización del nudismo

A raíz del nacimiento de la CNER, la influencia del movimiento «Tetiñas Free» y los ideales de la organización se extienden a nivel gallego y nacional. Los miembros de la organización con Cancio a la cabeza recogieron firmas para legalizar el nudismo y hubo manifestaciones en tierras gallegas y diferentes puntos de España en las que se produjeron incluso agresiones. A pesar de todo, unos años después, en 1989, se consigue que el nudismo sea una práctica legal tal como se pretendía.

En este tiempo tuvo lugar el juicio a los 14 detenidos de Baroña, que fueron declarados inocentes, pero Cancio concreta que «antes de la legalización de las playas nudistas hubo infinidad de reyertas e incluso algunos fallecidos por el delito de escándalo público». «Nosotros fuimos un factor fundamental para llamar la atención sobre este problema y promover una solución, denunciamos la agresión a los 14 nudistas e hicimos propuesta de ley de legalización playas nudistas que se aprobó a partir de nuestras acciones», explica, a lo que añade que sobre los movimientos «Tetiñas Free, Piroliñas Free o Topless» hubo reivindicaciones a lo largo de toda España. «Tuvieron lugar problemas muy graves e incluso gente que se suicidó por conflictos relacionados con escándalo público», cuenta.

Búnker de Baroña.

En 1989, el artículo 431 del Código Penal, es abolido de cara a suprimir las consideraciones de índole moral, que eran inconstitucionales. Desde ese momento el nudismo pasa a ser legal en cualquier espacio público (Ley Orgánica 5/1988). La abolición del «escándalo público» fue la consecuencia de la proposición 122/000046, del 17 de marzo de1987, en la que se calificaba al «escándalo público, radicalmente incompatible con un orden democrático y pluralista como el que la Constitución consagra como mandato del legislador».

En la intensa lucha de Cancio y los miembros de la CNER para llevar adelante el proyecto de ley para legalizar el nudismo, además de las numerosas movilizaciones y la recogida de miles de firmas, el gallego afirma orgulloso que llegó a escribirle el presidente del Gobierno en aquellos años, Felipe González, como respuesta a los comunicados y propuestas que le trasladaban. «Nos envió información sobre el nudismo, pero en francés, y su gobierno tardó bastantes años en despenalizar el nudismo», apunta.

Carteles protesta nudismo.

«Queríamos resolver un problema de libertad y derechos en una democracia donde conviviese gente desnuda, vestida, en tetiñas free y que supiera respetarse. El cuerpo no es «el cuerpo del delito» aunque esté desnudo y una persona no es más que otra esté vestido o desnuda, hay que respetar los derechos y principios de los demás», argumenta. «Nosotros no nos creíamos más que nadie, ni queríamos imponer el nudismo a todo el mundo ni teníamos ninguna actitud revolucionaria», dice.

Discurso «irónico» y presencia en medios de comunicación

Cancio subraya que el discurso asociado al movimiento «Tetiñas Free» se caracterizaba por «irónico y revulsivo, además de actuar con alegría y gracia que fue la fórmula del éxito». Tal fue el alcance, que además de tener presencia en las cadenas de televisión nacionales, corresponsales de la agencia de noticias Reuters se desplazaron desde Londres para hacerse eco del movimiento surgido en una remota playa gallega de difícil acceso.

Una de las intervenciones más sonadas del grupo fue en el programa de Televisión Española (TVE), «Si yo fuera presidente» de Fernando Tola. En él Cancio y sus compañeros salieron desnudos a plató con las cámaras grabándoles de espaldas y fueron entrevistados por Tola, que estaba frente a ellos, a trasluz. «El final de la entrevista fue un zoom sobre nuestros culos», detalla Cancio.

También en TVE, el portavoz de la Coordinadora Nudista estuvo en un programa de la tarde dirigido por Pepe Navarro, grabado a los pocos días de las detenciones en Baroña. En el formato, Cancio expresó que «el culo al aire en verano y para el baño es muy sano y no hace daño», rememora, a la vez que se mostró con paraguas un día lluvioso en el propio arenal junto a un médico amigo, ambos desnudos, con una pancarta para denunciar el «búnker de Baroña». De aquella época, rescata también el recuerdo de que «los nudistas convivían pacíficamente con los agricultores de la zona que trabajaban las tierras al borde de la playa».

Miembros del movimiento «Tetiñas Free» en TVE.

Todas estas intervenciones, en palabras de Cancio, «sirvieron a su vez para cambiar la imagen de una Galicia atrasada y profunda», algo que asegura que «no era cierto porque desde los 70 se hacía nudismo en Baroña y en la playa de Barra en Cangas (Pontevedra), amén de otras zonas de la comunidad». «El problema surgió porque había intereses en atacarnos porque pusimos en cuestión el búnker», sostiene.

«Los palmeros del cambio en pelotas» fue otro de los nombres con los que se presentaba Cancio y su grupo para hacer estas denuncias relacionadas con el nudismo y en el contexto de la legalización de las playas nudistas. Sobre la actualidad del nudismo en España, Cancio asegura que «desde que fue aceptado adquirió posibilidades turísticas en distinta zonas», pero sin embargo apunta que «siempre va a haber gente que esté en contra o gamberros irrespetuosos».

«El nudismo da la posibilidad de desenvolverse libremente sin vestiduras y de sentir la fuerza de la naturaleza. No se debe pensar que por ir desvestido se rompe con valores o principios y hay que perseguirlo, hay que hacerlo todo con honradez y respetando a los demás», aclara. «Los cuiños al sol no perjudicaban a nadie, defendían justicia justa y libertad responsable», concluye con determinación.

Naturigal: La única Asociación Naturista de Galicia

Naturigal, la Asociación Naturista de Galicia, es la única de este tipo que existe actualmente en la comunidad y es joven, ya que nació en mayo de 2020 en plena pandemia. «Un grupo de conocidos y no conocidos quisimos organizar un grupo naturista porque dentro de este mundo hay una cierta vida social y por darle una visión más oficial a nuestro movimiento», asegura el secretario y uno de los siete miembros fundadores, Carlos Rubio. Actualmente hay 30 socios.

«Una parte de lo que promovemos es el asociacionismo, porque no hay muchas asociaciones sobre este tema, y por otro lado, queremos dar visibilidad sobre que esto es algo normal y natural que no es ninguna junta de gente que está mal de la cabeza», apunta. «Se puede ir sin ropa a la playa y no es nada especial, nadie tiene que esconderse ni escandalizarse», asegura Rubio, que a su vez cuenta que «socios nuevos que no eran nudistas lo han probado y coinciden en que se está mejor». A su vez, otro objetivo de Naturigal es la eliminación de tabúes, naturalizar el nudismo.

«Queremos dejar claro que no te pueden castigar por hacer esto, que si te desnudas no estás haciendo nada feo», admite Rubio. Las asociaciones de este tipo y Naturigal en concreto se enmarcan en la Federación Española de Naturismo (FEN). Entre las acciones que lleva a cabo la asociación en Galicia, destacan salidas al monte de senderismo, a la vez que «están intentando hacer algún tipo de spa nudista o acceder a algún spa con opción nudista», una opción paralizada ahora mismo por la pandemia. Además, los miembros de Naturigal han estado en un camping nudista en Portugal donde se promocionaron entre los usuarios e intentaron ir a playas donde se practica nudismo para darse a conocer.

Anulación de ordenanzas y primer movimiento que anuló una ley

En Naturigal han hecho reivindicaciones a ayuntamientos que son reáceos al nudismo y que tienen ordenanzas restrictivas. Unas protestas mediante escritos que han logrado que varias de estas ordenanzas restrictivas se anulasen «al carecer de valor jurídico», aclara Rubio. Sobre el nudismo en la actualidad en Galicia y a nivel nacional, el secretario sostiene que «siempre ha sido una tendencia minoritaria y que ahora las redes sociales hacen daño a este tema porque está todo muy perseguido, además de que la juventud no se anima».

En esta línea, pone de manifiesto que «el nudismo era más reivindicativo antes, cuando gente iba a sitios donde no había nadie y creaba tradición», un logro que achaca a los precursores de «Tetiñas Free». Los logros de este movimiento, en palabras de Rubio, «son fundamentales para Naturigal y son considerados un hito por la FEN». «Fue el primer movimiento que anuló una ley, la ley de escándalo público, que no tenía sentido en un estado democrático. Fueron unos adelantados a su tiempo que protestaron y se movieron por este tema y es admirable que un movimiento que nació en una playa en un sitio perdido de pocas personas pudiera mover una ley orgánica», asegura.

Rubio no estaba en Galicia cuando «Tetiñas Free» estaba en pleno auge, pero rememora que «hace muchos años probó el nudismo en playas enormes donde estaba solo y le pareció una maravilla». «Te ves libre y a gusto. Lo pruebas por ti mismo y bien, pero luego viene el tema social de que te vean otros, pero te lo vas quitando poco a poco de la cabeza y ya no te da palo, le das más valor a no tener ropa mojada encima y no a que te esté viendo otra gente sin ropa», indica.

Como playas «míticas» para el nudismo en Galicia destaca la de Baroña, donde comenzó todo; la de Barra en Cangas (Pontevedra) y la de Barrañán en Arteixo (A Coruña). La pandemia no ha favorecido el nudismo, según el miembro de Naturigal, ya que critica «la masificación de los arenales donde antes no había nadie», algo que achaca a la necesidad de distancia entre bañistas a la que obliga la crisis sanitaria por prevención. En este sentido, las principales reivindicaciones del grupo se basan en recuperar playas aisladas para estar tranquilos haciendo nudismo, como por ejemplo los arenales del popular Camiño dos Faros, una ruta de 200 kilómetros que una Malpica con Fisterra en A Coruña. En este entorno el problema actual son los centenares de caminantes que pasan a diario por los arenales.

Asimismo, desde la FEN se están impulsando movimientos para luchar contra proyectos de urbanización que invaden los arenales, como ocurre en la playa de Cala Mosca (Alicante) o Benalnatura (Málaga). «Estamos concienciados para proteger los espacios naturales, no solo para el naturismo sino también para defenderlos de la especulación. Nuestra labor son conservar las playas nudistas de Galicia y que no se nos discrimine del resto», defienden con optimismo.

Fuente: Quincemil Cultura. Autora: Amara Santos.

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Nuestra mirada cultural sobre la desnudez

Griegos y romanos rindieron culto artístico a la desnudez como muestran sus respectivos legados escultóricos. En las pinturas y esculturas renacentistas también se prodiga, según muestran las obras de Miguel Ángel o Cranach el Viejo.

Contra lo que solemos creer, incluso en el arte románico cuanto se relaciona con la desnudez y lo erótico queda esculpido con una enorme naturalidad, sin censuras, al ser un fiel reflejo del entorno social, como sucede verbigracia en San Pedro de Villanueva.

Pero por contra la época victoriana hizo de todo ello algo vergonzoso, y lo más curioso es que tal actitud cuente con antecedentes incluso en esa época libertina descrita por Las amistades peligrosas, como testimonia Diderot en el Suplemento al viaje de Bougainville, al comparar la castidad europea de los monjes con las costumbres del pueblo tahitiano en materia sexual.

Cabría preguntarse cómo se relaciona nuestra época con estos temas y si se han heredado funestas inercias de otros tiempos, cual sería el caso de asociar sin más la desnudez con una disponibilidad sexual femenina.

¿Un castigo divino?

Sin ir más lejos, el catolicismo tiene una relación muy compleja con el cuerpo humano. Por un lado cree que resucitaremos tal cual. Aun cuando no se sabe si como niños, jóvenes o mayores, inmaduros, decrépitos o pletóricos. En todo caso, recobraremos la prisión somática que ha tenido encapsulada nuestro alma inmortal.

Pero hasta que llega el momento de la resurrección, esta religión propone, habitualmente, avergonzarse del propio cuerpo en su desnudez, nada menos que como un castigo divino por haber pretendido degustar los frutos prohibidos del árbol de la sabiduría. E incluso tiende a flagelar al cuerpo para evitar caer en una u otra tentación. Al menos eso es lo que ha ocurrido en alguna épocas y sigue sucediendo en ciertos lugares.

Bien al contrario, para muchos la desnudez no es una provocación sexual, sino lo más natural del mundo. Porque sólo la mirada puede resultar lasciva, mas no el cuerpo mismo. Al margen de que lo cubramos con una u otra indumentaria más o menos escasa. Eso es lo que propugna la magnífica letra del viral himno feminista chileno Un violador en mi camino. El problema lo tiene quién se siente provocado por sus propias fantasías.

El funesto morbo de las miradas lascivas

Que un desnudo del Siglo XVI, obra de Lucas Cranach el Viejo, sea censurado hoy en día para ser exhibido como anuncio de una exposición pictórica, delata toda una patología social. En 2008 se desechó una Venus del pintor germano por no considerarse conveniente que se pudiera ver en el Metro londinense.

Al parecer, nunca faltará quien pretenda cubrir con alguna indumentaria las figuras del Juicio final de Miguel Angel o poner a buen recaudo El jardín de las delicias del Bosco. Ni quienes hagan revestirse a las mujeres desde la cabeza hasta los pies para no verse tentados por los avatares de su propia imaginación.

El dogma de la virginidad exalta una divinizada pureza que alberga una visión enfermiza del parto. Ese morbo que recubre a la castidad acarrea graves consecuencias para las mujeres. Algunos contextos hacen cifrar a parientes o esposos la honra en el himen de “sus” mujeres, tal como muestra la película Mustang, donde los adultos consideran obscenos y procaces el jovial e inocente comportamiento de unas cándidas adolescentes.

Igualmente algún inquisidor consideró diabólicamente lascivas ciertas danzas o canciones populares, como muestra el film Akelarre presentado al Festival cinematográfico de San Sebastián.

Sin embargo, algunos no hacen ascos a la violación o el incesto, al verse «provocados» por sus delirantes fantasías. En El Salvador, mujeres que abortan espontáneamente, sin habérselo propuesto, son condenadas a penas de hasta tres o cinco décadas por haber «asesinado» a sus hijos.

Mientras que sus violadores quedan impunes de tales agresiones y de sus funestas consecuencias. A las mujeres encarceladas en cambio el estigma les persigue incluso dentro del presidio.

La patológica empatía con los violadores grupales

Que un magistrado aprecie “ambiente de jolgorio” y algún tipo de disfrute al visionar unos vídeos donde cinco varones violan a una joven amedrentada por la situación resume cuanto pueda decirse al respecto. Es obvio que se identifica con los miembros del grupo en cuestión y le cuesta ponerse al otro lado. Sin imaginar que le podría pasar otro tanto a una familiar como a él mismo, llegado el caso.

Afortunadamente una sentencia del Tribunal Supremo vino a poner las cosas en su sitio. Al imputar como colaboración las violaciones perpetradas a la víctima por los demás participantes. Con ello se penaliza como corresponde unos abusos que nunca pueden ser imputables a quien los padece.

De las relaciones prematrimoniales al porno duro

Estudios recientes apuntan a que ahora la juventud consume desde muy temprano pornografía de alto voltaje y se modela su educación sentimental con esas imágenes. Esto ciertamente no puede ayudar a tener unas relaciones eróticas gratificantes. Porque la tendencia será tener como referente la desmesura de una práctica sexual extrema.

En cambio, hace unas pocas décadas la gran cuestión versaba sobre las relaciones prematrimoniales. Y los noviazgos parecían adquirir mayor solera cuanto más tiempo se respetara la castidad. Eso por lo que tanto se preguntaba en los confesionarios. Como si no hubiera mayores pecados por los que pedir absolución.

La ventana indiscreta y el anillo de Giges

Recordemos al protagonista de La ventana indiscreta. Ese fotógrafo que no puede salir de su casa por tener la pierna escayolada y desde su ventana ve todo cuanto hacen sus vecinos, que incluso duermen al raso en sus balcones a causa del calor estival. Su curiosidad le hará descubrir un asesinato. Pero el caso es que seguramente nosotros, en un caso similar, tampoco dejaríamos de intentar distraernos escudriñando las actividades del vecindario exhibidas antes nuestros ojos.

La fábula del anillo de Giges aborda el voyerismo y aventura una hipótesis al respecto. Si fuéramos invisibles, ¿no tenderíamos a echar una ojeada donde no lo esperan? Es muy probable. Sobre todo si la desnudez es un tabú y se la maldice como algo pecaminoso. Porque de lo contrario seguiremos mirando, ciertamente, pero sin avidez ni compulsión algunas. Allí donde se practica el nudismo la desnudez pierde su morbosidad, aunque conserve un encanto homologable con el disfrute de cualquier otra belleza natural, como los árboles de un bosque o las piedras bañadas por un arroyo.

¿Qué hay de malo en la desnudez?

En ciudades como Berlín hay algún paradisiaco balneario nudista de carácter mixto en cuyas instalaciones varones y féminas comparten vestuarios, duchas, piscinas y saunas con total naturalidad. Sin tener para nada en cuenta el género, la edad o las condiciones físicas. Tan sólo una cultura nudista bien asentada permite que todo ello transcurra sin estridencias. Aunque lo mismo pueda suponer un escándalo en otras latitudes. O cuando menos algo no carente de múltiples prejuicios.

Es admirable comprobar cómo en ese contexto se difuminan los oropeles externos que denotan una u otra clase social y el modo en que se hacen añicos los cánones de una belleza estereotipada. Porque un presunto exceso de peso, ciertas deformaciones o los estragos del tiempo carecen de toda importancia cuando determinados prejuicios estéticos e imposiciones de la moda hacen mutis por el foro.

Desmitificar su mistificación

Atribuirle un imprescindible componente sexual a la desnudez contrasta con el hecho de que los rituales eróticos demanden más bien lo contrario. Pues nada enardece más la fantasías eróticas que imaginar cuanto se oculta bajo siete velos.

Retornemos al principio. Naturalizar la desnudez y despojarla del morbo que algunas épocas, religiones o costumbres le han conferido podría contribuir a des-objetualizar el cuerpo de la mujer. A dejar de considerarlo como un mero instrumento sexual que debe sepultarse desde la cabeza hasta los pies para no enardecer al varón. Como si ambas cosas estuvieran automáticamente relacionadas. No estaría nada mal aprender a disociarlas de una vez por todas.

Parece un desafío cultural pendiente de resolver, al menos en más de un lugar, aunque afortunadamente no lo sea en todas partes. Nuestra mirada cultural e histórico-social sobre la desnudez viene a desnudarnos el alma y revelarnos un recóndito entramado de nuestro imaginario colectivo que, cual arquetipo jungiano, nos permite vislumbrar algunos resortes de nuestro inconsciente comunitario.

Fuente: nuevatribuna.es Autor: Roberto R. Aramayo.