Desnudo y sexo explícito en el teatro

Si quisiéramos hacer rigurosa historia de parecido asunto, pudieran rellenarse páginas y páginas a granel.

Manuscrito encontrado en Zaragoza

La exhibición física, sin tapujos del cuerpo humano formó parte de muchos espectáculos primitivos -o primitivistas- pues la moral pagana, hasta la extrema decadencia del imperio romano, la aceptó con naturalidad. En la Roma más decadente, a finales de la Edad Antigua, la exhibición corporal en la llamada “comedia atelana” fue “tan espectáculo”, como las escenas de intriga o de reflexión. Sin embargo ningún actor se desnudó, bajándose del coturno en el teatro trágico, el teatro serio y ceremonial. Los grandes escultores como Fidias determinaron que los dioses vivieran desnudos su eternidad y los frisos partenoèos eran en verdad, teatro y marco de su espectáculo. El desnudo en la vida diaria era bien común, aunque siempre fuera un signo de respeto y de autoridad vestirse y recatarse.

Saltando por encima de la Edad Media y de la Edad Moderna, metidos ya en el tercer milenio, la exhibición del propio cuerpo, lo es “a voluntad”, en todo el mundo occidental, según lo marquen nuestros gustos. Antes de 1967 ó 68, no era “teatral” y “de buen gusto” que un actor o actriz actuasen desnudos, hasta que unos estudiantes americanos, de la Universidad de Yale, dieron el “trompetazo” más radical de la escena moderna con la revista “Hair”, venciendo su puritanismo ambiente y desvelando su cuerpo con delectación exhibicionista de juventud. Creaban el teatro de lo que pudiéramos llamar interinamente la Edad Posmoderna. Posteriormente, desde el espectáculo ¡Oh Calcuta! de Kenett Tynan -durísimo crítico de teatro inglés- en el teatro occidental no se ha cesado de exhibir cuerpos desnudos en acciones teatrales, de mayor o menor entidad significativa. “Lo pide el guión”, comenzó a decirse en los primeros tiempos de “destape” en la España de la transición.

Yo había comenzado a escribir en ese tono, con escenas de desnudos, porque adoraba las farsas de Aristófanes y me divertía infinito el teatro libertino francés, manifestado casi a lo largo del siglo XVIII. No vivía entonces en España y me codeaba con intelectuales y gentes muy “progres”, como lo fue Roland Barthes, investigadores y sociólogos del teatro. La exhibición integral del cuerpo humano en la escena, lo mismo trágica que cómica, se debía sin duda a la decritianización de la moral, a la “secularización” de todo, el acto libre de pensar y expresarse en la Europa libre. Y la primera comedia que estrené en 1975 mostraba ya íntegramente un cuerpo femenino.

Estamos hablando de un teatro que es literatura o poesía dramática en su integridad, que puede usar del desnudo con fines no centrados en la pura sexualidad, sino como apoyatura al meollo del tema o de la anécdota. Tomarlo sólo como pretexto revela “vaciedad” revisteril y no conserva valor dramático alguno. Sexo desnudo y bien explícito lo encuentra el pornógrafo en cualquier capital, en los espectáculos “duros” de cabaret. De poco valdrá incluir desnudos en un espectáculo dramático, porque siempre ganará la partida una buena comedia, por tapada y engolillada que esté.

Cierto que en épocas o ante individuos más reprimidos, un desnudo en teatro tiene otro valor, valor sin duda alguna entre excitante y escandalizante -excitante en seco, como “voyeur” y desligado del interés dramático- valor afrodisíaco. En la actualidad, frecuentar una playa nudista es estabilizador a la baja de esa fijación pornográfica y se asume el propio desnudo hedonísticamente, como una muestra de supremo confort, para dejarse acariciar por la brisa, el agua y el sol. Así que las escenas en teatro “subidas de tono” entran dentro de la convención del teatro, como puede entrar un viejo escotillón.

Al teatro, uno va a divertirse y no a pasarlo mal. El desnudo humano, lo mismo masculino que femenino, añaden sueño y realidad, lo mismo que hay escenas de reflexión, de desafío o aventuras. En Manuscrito encontrado en Zaragoza me sumo a la ingente cantidad de autores y directores que emplean el desnudo con una intención estilística y no poca sofisticación, puramente teatrales. Un polvo de oro, diría yo, pues me inspirado en pinturas de Delacroix y en Gustave Moreau. Por mi educación clasicista, el desnudo en el teatro me parece tan natural como en los mejores cuadros que admiro, en Ribera, en Velazquez o Caravaggio…

En Manuscrito encontrado en Zaragoza he considerado necesidad dramática de plena calidad mostrar el culo de Juan Ribó y los dulces pechos de manzana de mis jóvenes actrices y bailarinas. Hecha con toda la malicia del autor -a la vez director- para que se escuchen sus diálogos y sus insinuaciones “de algo” que va mucho más allá de cuanto se ve materialmente en escena. El teatro es el arte de ilusionar y el desnudo humano forma también parte de esa ilusión, como pudieran formar parte Dios o los dioses.

Fuente: El Cultural (Suplemento de cultura de El Mundo) 24-30 de Julio de 2002. Autor: Francisco Nieva.

Dos historias, dos tribunales, dos sentencias

Durante el pasado mes de febrero saltaron a la prensa dos noticias relacionadas con dos casos relacionados con el nudismo, ambos fueron llevados a los tribunales con diferentes resultados.

Mientras que el TSJ en la Comunidad Valenciana dictaba sentencia a favor del derecho que el joven Alejandro Colomar tiene para ir desnudo por las calles de su municipio, el TSJ en Andalucía dictaba sentencia a favor de personas «textiles» residentes de la urbanización Natura World de Vera, Almería, reconociendoles su derecho a poder utilizar las piscinas comunitarias de dicha urbanización con bañador, no pudiendo obligarseles a que se desnuden para utilizarlas.

Estos casos, ahora con un corto paso del tiempo, quizás puedan considerarse pequeñas historias sin mayor importancia, pero con el paso del tiempo, sobretodo el Caso 2, puede influir y mucho en futuros conflictos, e incluso en el desarrollo y normativas de otras urbanizaciones de uso nudista que existen en el entorno del Playazo de Vera.

Caso 1 – El “naturista de los juzgados” podrá seguir yendo desnudo por las calles de Aldaia

El TSJCV confirma la sentencia de un juzgado que anuló las multas impuestas al joven al no haber una ordenanza municipal que lo prohíba.

Alejandro Colomar, el joven que se presentó en los juzgados de València con unas botas como única prenda de vestir, podrá seguir yendo desnudo por las calles de su municipio, Aldaia, sin que sea sancionado por ello. La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha confirmado la sentencia dictada por un juzgado de Valencia que anula las sanciones impuestas por la Delegación del Gobierno a este joven informático por ir desnudo por la calle.

En la sentencia de apelación, el Tribunal advierte de que esa conducta nudista no está amparada por el derecho a la libertad ideológica, como esgrime el sancionado, pero aclara que el sancionado tampoco vulneró la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana, ni existía una ordenanza municipal en el municipio donde ocurrieron los hechos, Aldaia, que la sancionara expresamente.

Para los magistrados, debido al “vacío legal apreciado”, la acción cometida no merece reproche desde el punto de vista del derecho sancionador administrativo, lo que lleva a desestimar el recurso de apelación interpuesto por la Abogacía del Estado y a ratificar la sentencia de instancia.

“A falta de determinación específica a través de una norma, como puede ser una ordenanza municipal, que no existe en el municipio de Aldaia (….), la Sala entiende que la resulta atípica por no tener encaje en el tipo aplicado”, precisan, en alusión al artículo 37.5 de la Ley 4/2015.

Dicho artículo sanciona “la realización o incitación a la realización de actos que atenten contra la libertad e indemnidad sexual, o ejecutar actos de exhibición obscena cuando no constituya infracción penal”, detalla el fallo

Según han informado fuentes del TSJCV, en el caso analizado, tal y como recoge la resolución, el comportamiento del sancionado, consistente en pasearse o permanecer desnudo por la calle o en un lugar público, no encaja en el tipo ilícito aplicado.

Fuente: levante-emv.com Autor: I. Cabanes.

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Caso 2 – Sentencia del Supremo: la «imposición del nudismo» en una comunidad de vecinos vulnera el derecho de igualdad

Los vecinos del complejo Natura World, en Vera (Almería), llevan una década en pie de guerra por el uso del bañador.

El Supremo recoge que los nudistas llegaron a contratar guardas de seguridad para que los textiles no pudieran acceder a la piscina si iban con ropa.

Nació y se vendió como un paraíso vacacional dirigido al nudismo en Vera, Almería. Hablamos de Natura World, un complejo con 495 apartamentos que desde hace una década se ha convertido en un campo de batalla entre los vecinos que practican el nudismo y los que no. La guerra ha llegado incluso al intento de creación de dos comunidades de vecinos, en la que finalmente ganaron los naturistas. Sin embargo, los textiles han ganado otra, este jueves (, en el Tribunal Supremo, que les ha dado la razón en su solicitud de poder disfrutar de las zonas comunes, como las piscinas, en bañador.

Tras años de denuncias cruzadas, la Sala de lo Civil zanja que «imponer el nudismo vulnera los derechos fundamentales a la igualdad, a la libertad ideológica, a la libertad y a la intimidad». Por eso declara «nula» cualquier norma interior de esa comunidad que tenga por objeto «impedir o perturbar el derecho» de los textiles a acceder a las piscinas y demás espacios comunes».

La resolución del Supremo tiene una parte técnica: considera inválidos los acuerdos adoptados que obligan a acceder a esas zonas sin ropa, porque cree que no se aprobaron siguiendo las normas de la Propiedad Horizontal. Pero luego está la otra parte, la que declara que no se puede imponer la práctica por ser contraria a los derechos fundamentales.

Imposición «violenta» y con agentes de seguridad

Los magistrados de lo Civil consideran que el enfrentamiento trasciende de un conflicto vecinal porque los nudistas «pretenden imponer, de forma obstinada y a veces violenta, la práctica del nudismo a todos los vecinos, de manera que quienes no lo practican no pueden hacer uso de los espacios comunes de la urbanización y, singularmente, de sus piscinas».

Para el Supremo es «insólito» que se pretenda obligar a desnudarse a los propietarios que quieran hacer uso de los espacios comunes de su cotitularidad. Y además, apuntan que no se hace mediante «un mero debate dialéctico», sino con «actos de imposición gravemente atentatorios contra varios derechos fundamentales».

La resolución recoge que, aunque los intentos de imponer el nudismo son anteriores, en la Semana Santa de 2017, los demandados -los nudistas- «contrataron a una empresa de seguridad, que colocó a varios vigilantes en la entrada al recinto vallado de la piscina, con instrucciones de impedir el acceso a aquellos vecinos que no fueran desnudos, y de expulsar a los que, una vez en el interior, utilizaran el bañador». Aquello se registró en un acta notarial, aunque los vecinos denunciados por esa imposición siempre lo han negado.

Las denuncias interpuestas quedaron en nada porque los vigilantes de seguridad no acudieron y los vecinos acusados de contratarles aseguraron que nunca dieron semejantes instrucciones.

Los estatutos de una comunidad que nació con «vocación naturista-nudista»

«Esta Comunidad de Propietarios es Naturista-Nudista, lo cual implica el derecho inalienable a la práctica del nudismo en cada una de las zonas comunes de la misma, tales como jardines y piscina, etc», dice el apartado F del artículo 6 de los estatutos.

Es la sentencia la que recoge algunos de los artículos de os estatutos de la comunidad, en los que también constan obligaciones como «la práctica nudista en los comunes de la Finca (piscina, jardines etc.), adaptándose las medidas legales oportunas en caso contrario». En el artículo 16, que regula el uso de la piscina, se declara «de uso exclusivo nudista».

El juzgado que llevó el caso y la Audiencia Provincial de Jaén dieron la razón a los nudistas, pero el Supremo ha dado la vuelta a esas decisiones por el problema de las actas y por la vulneración de los derechos fundamentales.

Eso sí, por si acaso, los magistrados escriben que la opción del nudismo «es una opción personal perfectamente respetable y legítima, pero cuya práctica no cabe exigir sin base para ello».

Fuente: Nius. Autora: Isabel Sanz.

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«Tetiñas Free»: El movimiento nudista gallego que dio la vuelta al mundo en los 80

El precursor fue Miguel Cancio, que luchó para que en 1989 se legalizase el nudismo en las playas de Galicia y España y actualmente Naturigal, la única Asociación Naturista de Galicia, intenta coger el testigo de estos pioneros.

Nudistas en una playa gallega.

Galicia. Años 80. En la aislada playa de Baroña (A Coruña) son detenidas 14 personas que hacían nudismo por un grupo de Guardias Civiles armados con subfusiles que les acusan del delito de escándalo público. Este acontecimiento fue el desencadenante del nacimiento de «Tetiñas Free», un movimiento nudista gallego que dio la vuelta al mundo y que denunciaba también casos de especulación urbanística, además de conseguir en 1989 la legalización de la práctica del nudismo en las playas gallegas y españolas.

El alma de este inolvidable movimiento y principal precursor fue el economista, sociólogo y exprofesor de la facultad de Ciencias Económicas de Santiago (USC), Miguel Cancio. El gallego pone de manifiesto que en 1973 él ya iba con amigos a la playa del Castro de Baroña a hacer nudismo, un lugar «donde convivía gente vestida y desnuda sin problemas», rememora. En 1975 se mudó a París durante varios años a estudiar y asegura que a su vuelta a Galicia «había aumentado aún más esta tendencia», a la vez que deja claro que en aquel momento «no formaba parte de ningún movimiento ecologista».

En 1983 tuvo lugar un hecho que cambiaría la historia del nudismo y de Galicia para siempre, la detención del grupo de nudistas en la playa de Baroña (conformado por hombres y mujeres entre los que se encontraba Sanz de Siria, un cámara de TVE muy activo en el movimiento), que fueron llevados por las autoridades a Santiago, donde se les hizo una ficha policial con fotos de frente y de perfil. Este incidente está relacionado con la denuncia que estas personas hicieron en aquel momento de lo que se conoce como «el búnker de Baroña», un edificio de tres pisos levantado al borde de la playa «en unas condiciones totalmente ilegales», según señala Cancio. Por esta razón denunciaron la «ilegalidad» en la Delegación Provincial de Urbanismo.

A pesar de sus razones, gran parte de los habitantes de Baroña adoptaron una actitud hostil con Cancio y sus compañeros influenciados principalmente por el cura del pueblo, que trasladó a los vecinos, según recuerda, que «los nudistas iban a estropear el terreno que podían vender junto con ese edificio y que iban a dar muchos problemas». Debido a este «atropello», el sociólogo y economista impulsa la denominada  (CNER). «En Baroña se escandalizaron por unos culos al sol, tetiñas y piroliñas free y, sin embargo, no se escandalizan por aberraciones como el búnker, algo que no solo sucedía en A Coruña sino en toda la costa», critica.

Playa del Castro de Baroña.

Influencia nacional y legalización del nudismo

A raíz del nacimiento de la CNER, la influencia del movimiento «Tetiñas Free» y los ideales de la organización se extienden a nivel gallego y nacional. Los miembros de la organización con Cancio a la cabeza recogieron firmas para legalizar el nudismo y hubo manifestaciones en tierras gallegas y diferentes puntos de España en las que se produjeron incluso agresiones. A pesar de todo, unos años después, en 1989, se consigue que el nudismo sea una práctica legal tal como se pretendía.

En este tiempo tuvo lugar el juicio a los 14 detenidos de Baroña, que fueron declarados inocentes, pero Cancio concreta que «antes de la legalización de las playas nudistas hubo infinidad de reyertas e incluso algunos fallecidos por el delito de escándalo público». «Nosotros fuimos un factor fundamental para llamar la atención sobre este problema y promover una solución, denunciamos la agresión a los 14 nudistas e hicimos propuesta de ley de legalización playas nudistas que se aprobó a partir de nuestras acciones», explica, a lo que añade que sobre los movimientos «Tetiñas Free, Piroliñas Free o Topless» hubo reivindicaciones a lo largo de toda España. «Tuvieron lugar problemas muy graves e incluso gente que se suicidó por conflictos relacionados con escándalo público», cuenta.

Búnker de Baroña.

En 1989, el artículo 431 del Código Penal, es abolido de cara a suprimir las consideraciones de índole moral, que eran inconstitucionales. Desde ese momento el nudismo pasa a ser legal en cualquier espacio público (Ley Orgánica 5/1988). La abolición del «escándalo público» fue la consecuencia de la proposición 122/000046, del 17 de marzo de1987, en la que se calificaba al «escándalo público, radicalmente incompatible con un orden democrático y pluralista como el que la Constitución consagra como mandato del legislador».

En la intensa lucha de Cancio y los miembros de la CNER para llevar adelante el proyecto de ley para legalizar el nudismo, además de las numerosas movilizaciones y la recogida de miles de firmas, el gallego afirma orgulloso que llegó a escribirle el presidente del Gobierno en aquellos años, Felipe González, como respuesta a los comunicados y propuestas que le trasladaban. «Nos envió información sobre el nudismo, pero en francés, y su gobierno tardó bastantes años en despenalizar el nudismo», apunta.

Carteles protesta nudismo.

«Queríamos resolver un problema de libertad y derechos en una democracia donde conviviese gente desnuda, vestida, en tetiñas free y que supiera respetarse. El cuerpo no es «el cuerpo del delito» aunque esté desnudo y una persona no es más que otra esté vestido o desnuda, hay que respetar los derechos y principios de los demás», argumenta. «Nosotros no nos creíamos más que nadie, ni queríamos imponer el nudismo a todo el mundo ni teníamos ninguna actitud revolucionaria», dice.

Discurso «irónico» y presencia en medios de comunicación

Cancio subraya que el discurso asociado al movimiento «Tetiñas Free» se caracterizaba por «irónico y revulsivo, además de actuar con alegría y gracia que fue la fórmula del éxito». Tal fue el alcance, que además de tener presencia en las cadenas de televisión nacionales, corresponsales de la agencia de noticias Reuters se desplazaron desde Londres para hacerse eco del movimiento surgido en una remota playa gallega de difícil acceso.

Una de las intervenciones más sonadas del grupo fue en el programa de Televisión Española (TVE), «Si yo fuera presidente» de Fernando Tola. En él Cancio y sus compañeros salieron desnudos a plató con las cámaras grabándoles de espaldas y fueron entrevistados por Tola, que estaba frente a ellos, a trasluz. «El final de la entrevista fue un zoom sobre nuestros culos», detalla Cancio.

También en TVE, el portavoz de la Coordinadora Nudista estuvo en un programa de la tarde dirigido por Pepe Navarro, grabado a los pocos días de las detenciones en Baroña. En el formato, Cancio expresó que «el culo al aire en verano y para el baño es muy sano y no hace daño», rememora, a la vez que se mostró con paraguas un día lluvioso en el propio arenal junto a un médico amigo, ambos desnudos, con una pancarta para denunciar el «búnker de Baroña». De aquella época, rescata también el recuerdo de que «los nudistas convivían pacíficamente con los agricultores de la zona que trabajaban las tierras al borde de la playa».

Miembros del movimiento «Tetiñas Free» en TVE.

Todas estas intervenciones, en palabras de Cancio, «sirvieron a su vez para cambiar la imagen de una Galicia atrasada y profunda», algo que asegura que «no era cierto porque desde los 70 se hacía nudismo en Baroña y en la playa de Barra en Cangas (Pontevedra), amén de otras zonas de la comunidad». «El problema surgió porque había intereses en atacarnos porque pusimos en cuestión el búnker», sostiene.

«Los palmeros del cambio en pelotas» fue otro de los nombres con los que se presentaba Cancio y su grupo para hacer estas denuncias relacionadas con el nudismo y en el contexto de la legalización de las playas nudistas. Sobre la actualidad del nudismo en España, Cancio asegura que «desde que fue aceptado adquirió posibilidades turísticas en distinta zonas», pero sin embargo apunta que «siempre va a haber gente que esté en contra o gamberros irrespetuosos».

«El nudismo da la posibilidad de desenvolverse libremente sin vestiduras y de sentir la fuerza de la naturaleza. No se debe pensar que por ir desvestido se rompe con valores o principios y hay que perseguirlo, hay que hacerlo todo con honradez y respetando a los demás», aclara. «Los cuiños al sol no perjudicaban a nadie, defendían justicia justa y libertad responsable», concluye con determinación.

Naturigal: La única Asociación Naturista de Galicia

Naturigal, la Asociación Naturista de Galicia, es la única de este tipo que existe actualmente en la comunidad y es joven, ya que nació en mayo de 2020 en plena pandemia. «Un grupo de conocidos y no conocidos quisimos organizar un grupo naturista porque dentro de este mundo hay una cierta vida social y por darle una visión más oficial a nuestro movimiento», asegura el secretario y uno de los siete miembros fundadores, Carlos Rubio. Actualmente hay 30 socios.

«Una parte de lo que promovemos es el asociacionismo, porque no hay muchas asociaciones sobre este tema, y por otro lado, queremos dar visibilidad sobre que esto es algo normal y natural que no es ninguna junta de gente que está mal de la cabeza», apunta. «Se puede ir sin ropa a la playa y no es nada especial, nadie tiene que esconderse ni escandalizarse», asegura Rubio, que a su vez cuenta que «socios nuevos que no eran nudistas lo han probado y coinciden en que se está mejor». A su vez, otro objetivo de Naturigal es la eliminación de tabúes, naturalizar el nudismo.

«Queremos dejar claro que no te pueden castigar por hacer esto, que si te desnudas no estás haciendo nada feo», admite Rubio. Las asociaciones de este tipo y Naturigal en concreto se enmarcan en la Federación Española de Naturismo (FEN). Entre las acciones que lleva a cabo la asociación en Galicia, destacan salidas al monte de senderismo, a la vez que «están intentando hacer algún tipo de spa nudista o acceder a algún spa con opción nudista», una opción paralizada ahora mismo por la pandemia. Además, los miembros de Naturigal han estado en un camping nudista en Portugal donde se promocionaron entre los usuarios e intentaron ir a playas donde se practica nudismo para darse a conocer.

Anulación de ordenanzas y primer movimiento que anuló una ley

En Naturigal han hecho reivindicaciones a ayuntamientos que son reáceos al nudismo y que tienen ordenanzas restrictivas. Unas protestas mediante escritos que han logrado que varias de estas ordenanzas restrictivas se anulasen «al carecer de valor jurídico», aclara Rubio. Sobre el nudismo en la actualidad en Galicia y a nivel nacional, el secretario sostiene que «siempre ha sido una tendencia minoritaria y que ahora las redes sociales hacen daño a este tema porque está todo muy perseguido, además de que la juventud no se anima».

En esta línea, pone de manifiesto que «el nudismo era más reivindicativo antes, cuando gente iba a sitios donde no había nadie y creaba tradición», un logro que achaca a los precursores de «Tetiñas Free». Los logros de este movimiento, en palabras de Rubio, «son fundamentales para Naturigal y son considerados un hito por la FEN». «Fue el primer movimiento que anuló una ley, la ley de escándalo público, que no tenía sentido en un estado democrático. Fueron unos adelantados a su tiempo que protestaron y se movieron por este tema y es admirable que un movimiento que nació en una playa en un sitio perdido de pocas personas pudiera mover una ley orgánica», asegura.

Rubio no estaba en Galicia cuando «Tetiñas Free» estaba en pleno auge, pero rememora que «hace muchos años probó el nudismo en playas enormes donde estaba solo y le pareció una maravilla». «Te ves libre y a gusto. Lo pruebas por ti mismo y bien, pero luego viene el tema social de que te vean otros, pero te lo vas quitando poco a poco de la cabeza y ya no te da palo, le das más valor a no tener ropa mojada encima y no a que te esté viendo otra gente sin ropa», indica.

Como playas «míticas» para el nudismo en Galicia destaca la de Baroña, donde comenzó todo; la de Barra en Cangas (Pontevedra) y la de Barrañán en Arteixo (A Coruña). La pandemia no ha favorecido el nudismo, según el miembro de Naturigal, ya que critica «la masificación de los arenales donde antes no había nadie», algo que achaca a la necesidad de distancia entre bañistas a la que obliga la crisis sanitaria por prevención. En este sentido, las principales reivindicaciones del grupo se basan en recuperar playas aisladas para estar tranquilos haciendo nudismo, como por ejemplo los arenales del popular Camiño dos Faros, una ruta de 200 kilómetros que una Malpica con Fisterra en A Coruña. En este entorno el problema actual son los centenares de caminantes que pasan a diario por los arenales.

Asimismo, desde la FEN se están impulsando movimientos para luchar contra proyectos de urbanización que invaden los arenales, como ocurre en la playa de Cala Mosca (Alicante) o Benalnatura (Málaga). «Estamos concienciados para proteger los espacios naturales, no solo para el naturismo sino también para defenderlos de la especulación. Nuestra labor son conservar las playas nudistas de Galicia y que no se nos discrimine del resto», defienden con optimismo.

Fuente: Quincemil Cultura. Autora: Amara Santos.

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